El Barça acaba con un nuevo empate a nada en la Liga Santander después de un decepcionante partido contra el Getafe (0-0) y ya van tres consecutivos sin goles culés. Ni goles, ni emoción, ni ganas de un equipo blaugrana que sigue generando muchas dudas en el tramo final de la temporada. Y se confirma que la Liga no está tan decidida como se pensaba.
Una lesión y dos palos para el Barça
El Barça necesitaba rehacerse después del empate contra el Girona, pero ha costado mucho más de lo esperado. En un siempre complicado Coliseum Alfonso Pérez se ha demostrado que este Barça no mejora y no convence. Pero es que ahora también sufre más. Ya antes de los cinco minutos de juego, una tarjeta amarilla para el acelerado Pablo Gavi y una ocasión clara del exblaugrana Munir. Todo eso para confirmar el atrevimiento de un Getafe que quería dejar las cosas claras de buen principio.
Y, mientras tanto, Xavi Hernández seguía con sus experimentos debido a las bajas. Alejandro Balde, muy insistente, era el extremo izquierdo, y Sergi Roberto volvía al lateral derecho para ubicar a Jules Koundé al lado de Araújo. Jordi Alba, con confianza renovada, era titular en el lateral izquierdo. Y el resto, los esperados, con Busquets y Kessié acompañando a Gavi en el medio del campo. Y Raphinha y Lewandowski completando el ataque culé.
Pero este Barça va a otro ritmo. A pesar de un inicio con dudas, la primera ocasión clara ha sido al cuarto de hora de juego, con Lewandowski recibiendo dentro del área pequeña, pero durmiéndose en el momento del remate. Y todo eso, justo antes de la lesión muscular de Sergi Roberto, que ha tenido que dejar su sitio a Eric Garcia, que de primeras empezaba en el lateral. Pero es que el Getafe seguía avisando y el Barça no marcaba el gol cuando lo tenía a tocar. En el minuto 25, doble palo, de Raphinha y Balde en la misma jugada. Y un remate de cabeza de Lewandowski entre los tres palos justo antes del descanso. Anteriormente, rachas de calma y rachas de intensidad en un duelo muy abierto.
La frustración culé contra el Getafe
Pero es que el Barça no reaccionaba. Lewandowski lo ha probado en la reanudación, pero otra vez parecía no tener el día. Al Barça le faltaba solidez y más intensidad en todas las zonas del campo. No había ningún futbolista que pareciera querer hacer un paso adelante. Y ni a balón parado porque Raphinha no es Leo Messi.
Y han tenido que entrar Ansu Fati y Ferran Torres en un cambio ultraofensivo de Xavi Hernández, acumulando hasta cuatro delanteros. Pero tampoco ha funcionado. Lo han intentado Raphinha y Balde de lejos. Pero nada de nada. Ni la aparición del joven Pablo Torre ha cambiado nada en los últimos minutos.
El Barça se ha vuelto a apagar y ha tenido que conformarse con un nuevo empate en la Liga. Un segundo 0-0 de forma consecutiva que no pasaba desde el 2005. Y esto es una manera de confirmar que el título de Liga no está ni mucho menos decidido porque este Barça apático es capaz de perderlo todo.