Biniam Girmay se lleva la octava etapa del Tour de Francia 2024 en una jornada en la que el principal protagonista ha sido el clima. El frío y la lluvia han puesto mucha tensión en la parte final de una etapa que presentaba un relieve poco interesante pero un final intrigante. Como bien se esperaba, se ha llegado en un gran grupo al esprint, pero con los últimos metros picando hacia arriba los especialistas no lo tenían fácil. El de Eritrea ha adelantado prácticamente sobre la línea de meta a Jasper Philipsen para conseguir su segunda victoria de este Tour de Francia. Mantiene así el maillot verde y se convierte en el primer ciclista de esta edición en repetir victoria.

La jornada de hoy no presentaba muchos atractivos para los espectadores ni dificultades para los ciclistas. Después de la contrarreloj de ayer, se esperaba una etapa tranquila para no malgastar energías antes de la etapa de mañana, que promete mucho más con el retorno del sterrato: 14 tramos de polvo y piedras que darán más emoción a la carrera. Hoy, sin embargo, etapa plana de 183,4 km, con pequeños puertos de montaña, lejos de la meta y entre dos pequeñísimas localidades, Semur-en-Auxois y Colombey-les-deux-Églises, que tienen menos de 5.000 habitantes entre las dos.

Pogacar mantiene el amarillo en un día gris / Foto: EFE

La actitud podía salvar una etapa floja

El principal atractivo de la etapa, sin embargo, era el clima y las posibles intenciones de los equipos con menos posibilidades en una victoria al sprint. El sutil sube-y-baja constante de la etapa se hacía un poco más duro con las precipitaciones intermitentes y, sobre todo, el viento lateral que soplaba en muchas zonas. Equipos como el EF o el Intermarché-Wanty han querido poner un ritmo alto desde el inicio para desgastar los corredores más rápidos en la parte más complicada de la etapa, y la estrategia ha salido como querían. Esprinters del nivel de Cavendish, Groenewegen, Gaviria y Démare, los cuatro ganadores de múltiples etapas en el Tour, han tenido que quedarse atrás y ver peligrar la llegada masiva.

Por delante, Abrahamsen ha vuelto, un día más, a la escapada, pasando primero por todos los puertos de montaña y aumentando su ventaja a la clasificación. En el tercer puerto, sin embargo, se ha quedado completamente solo en fuga. El piloto ha bajado el ritmo considerablemente, cosa que le ha permitido conseguir más de 5 minutos de renta y lo cual han aprovechado los descolgados para volver al gran grupo. Quedaban más de 130 km y la etapa era exactamente lo que se esperaba, un paseo.

Un final lento para una etapa insípida

Los siguientes 100 km han sido prácticamente para llenar el kilometraje de la carrera. No ha sucedido absolutamente nada. Las únicas cosas destacables, una caída masiva en el pelotón que no ha tenido ninguna consecuencia, y la felicidad de Abrahamsen al darse cuenta de que mantendrá el maillot de puntos rojos como mínimo dos etapas más. De esta manera, el noruego de l'Uno-X-Mobility se ha convertido en el primer ciclista en mantener esta clasificación durante las 10 primeras etapas del Tour desde Ludo Peeters en el año 1984.

El terreno lleno de curvas y la lluvia han dado un poco de emoción a la parte final de la etapa. Abrahamsen ha intentado la hazaña imposible hasta el final, pero el ritmo del gran grupo en los últimos 30 km ha sido demasiado para él. Los últimos kilómetros han sido tranquilos, sin ningún valiente que intentara sorprender. El esprint final ha sido un duelo entre los corredores más rápidos y los más explosivos. Finalmente, se ha impuesto Girmay, convirtiéndose en el primer ciclista en ganar dos etapas en este Tour. Pogacar mantiene el maillot amarillo, sin ningún cambio a la clasificación general.