Un Girona apagado confirma ante el Valencia estar en horas bajas (2-0). El conjunto blanc-i-vermell no ha mostrado ningún indicio de reacción tras encajar dos goles seguidos en dos jugadas aisladas. A pesar de llevar la iniciativa durante todo el partido, al cuadro gerundense le han faltado dos o tres marchas más para tratar de competir tres puntos que han resuelto su destino en el 58'.

5 modificaciones conducen al Girona a una primera mitad estéril

Aunque se trata de un tema cada vez más recurrente, no rehuía Míchel en la rueda de prensa previa al choque de hablar de la sobresaturación del calendario. El técnico vallecano subrayaba que no se está pensando en el futbolista y se mostraba rotundo al defender que, para él, "el espectáculo está por encima del dinero".

El suyo es un claro mensaje para los artífices de las multiplicaciones de los partidos, pero no dejaba de advertir rotaciones para la visita a un Valencia necesitado. El conjunto che presentaría su planteamiento habitual, buscando entrar en contacto con el partido como un equipo sólido y solidario en defensa, pero amenazador y vertical al contragolpe. Mientras tanto, el Girona salía con 5 modificaciones con respecto a su once en el derbi y, desgraciadamente para Míchel, se ha notado. Entre la fidelidad de los locales a su idea y el bajo ritmo de balón del cuadro catalán, la primera parte se ha consumido sin que pasara nada. Posesiones estériles del Girona, orden del Valencia y poca profundidad en general.

Danjuma Diego López Valencia Girona / Foto: EFE
Danjuma, presionado por Diego López durante el València-Girona / Foto: EFE

La mala suerte se ensaña con la figura de Juanpe

No obstante, si el Girona hubiera sabido lo que le esperaba en el arranque de la segunda mitad, habría preferido que siguiera sin suceder nada. En el 56', un disparo de Luís Rioja desde la frontal del área lo desviaba Juanpe lo suficiente para batir a Gazzaniga. El argentino, que ya se había vencido hacia su izquierda, no ha estado a tiempo de parar la nueva dirección del balón tras el toque en el central canario.

El primer gol del partido solo se puede explicar desde la mala suerte, pero es que el segundo, tres cuartos de lo mismo. Cierto es que, 2 minutos después, en el 58', Dani Gómez se encontraba la pelota en la frontal después de un regalo en salida de balón de Blind, pero el golpeo del experico acababa en el fondo de la red, de nuevo, gracias a un desvío de Juanpe.

La mala suerte se ha ensañado con la figura del '15' blanc-i-vermell, que era una de las variantes que Míchel introducía de inicio. En la segunda parte, entraban caras más conocidas para tratar de reanimar a un Girona que parecía anímicamente tocado, pero ni la energía de Bryan Gil, ni la insistencia de Misehouy ni la presencia física de Yangel harían que el muro valencianista se resquebrajara. Si no lo hacía con 0-0, aún menos con un botín de 2-0 que otorgaba a los de Baraja los primeros tres puntos de la temporada.

Golpe bajo a la moral del Girona

Mientras que el conjunto che recupera sensaciones a raíz de su primera victoria de la temporada, el combinado gerundense recibe un golpe bajo en su moral. Tras verse superado en el derbi contra el Barça (1-4) y de perder de la manera más cruel en su estreno en la Champions League (1-0), los de Míchel encajan su tercera derrota consecutiva en 7 días.