Nueva demostración de fuerza del Girona en la Liga sin premio. El equipo gerundense se ha dejado empatar en el último minuto contra el Betis, pero alarga su racha de imbatibilidad hasta los cinco partidos (2-2). El empate en el Benito Villamarín empuja a los de Montilivi hasta la décima posición y dormirán a cuatro puntos de Europa. Un premio al trabajo bien hecho.

Intercambio de golpes

Los dos equipos llegaban al partido separados por sólo un punto. Con las estadísticas en la mano, todos los pronósticos iban en una misma línea: igualdad. El Betis, espoleado por el 5-0 encajado contra el Éibar en la última jornada, ha buscado dominar la pelota sin éxito. El Girona, otra semana más, ha demostrado que tiene en la solidaridad defensiva su mejor arma para sobrevivir.

Pablo Machín seguía fiel a su esquema. Y a los futbolistas que conforman la columna vertebral del equipo. Pocos cambios. Mismo rendimiento. Muy seguros en defensa, los gerundenses han tenido en las botas de Portu la primera ocasión, pero el disparo del delantero murciano, sin ángulo, se ha estrellado en el cuerpo del portero Antonio Adán.

El Betis no ha tardado en levantar la voz. Y es que Andrés Guardado ha aprovechado uno de los pocos desajustes en la línea de tres centrales para poner a prueba Bono, inmenso bajo palos. El portero del Girona sigue respondiendo a la confianza del entrenador con paradas que valen puntos. El partido iba a rachas y cambiaba de color con el paso de los minutos.

El Girona ha conseguido neutralizar la mayoría de los ataques de los andaluces gracias a hacer las cosas bien en ataque. La profundidad de los carrileros, Pablo Maffeo y Aday Benítez, cohibía a sus extremos, que no sabían si saltar a la presión o retroceder para ayudar a los laterales. Y en esta partida de ajedrez, el gol ha llegado después de un error individual.

Tosca ha fallado estrepitosamente a la hora de rechazar un pase de Borja García y la pelota ha caído en los pies de Portu, que ha superado la salida de Adán con un toque sutil. 0-1 en el tiempo añadido de la primera parte. El Girona se encontraba muy cómodo jugando con los nervios del Benito Villamarín, a que ya silbaba a su equipo.

Un punto con mal sabor

Machín no ha tocado nada en el descanso, consciente de que el equipo tenía que seguir en la misma línea: ayudas defensivas y explotar los espacios. Christian Stuani, referencia del Girona, jugaba alejado del área pero no negociaba ningún esfuerzo y su persistencia ha estado a punto de encontrar premio con un disparo lejano, enganchado al palo, que Adán ha desviado a córner.

Quique Setién, entrenador del Betis, no ha tardado en hacer un doble cambio ofensivo. Y el Girona entendía que tendría que sudar para mantener la ventaja. Sin embargo, el equipo ha seguido interpretando el mismo guion. Y ha estado a punto de sentenciar el partido con una triple ocasión de Aday y Maffeo. Los dos futbolistas, exuberantes desde el punto de vista físico, eran un quebradero de cabeza para la defensa andaluza. La acumulación de delanteros no solucionaba los problemas del Betis, que regalaba muchos más espacios. Borja García ha rozado la cruceta con un disparo que ha encendido los ánimos de una afición muy crispada.

Bono ha aplacado cualquier intento de rebelión con otra parada, pero no ha podido hacer nada para evitar el gol de falta de Guardado. El Betis, con una chispa de talento, ha conseguido un empate que no merecía. Y Portu, en el último minuto de añadido, ha hecho justicia con su doblete, después de aprovechar un centro de Mójica.

Parecía que los tres puntos volaban hacia Girona pero en la última ocasión, el Betis ha encontrado el 2-2. El exblaugrana Christian Tello ha cazado un balón dentro del área y ha aprovechado la falta de entendimiento entre los defensas gerundenses para superar a Bono con un disparo cruzado. Dos goles en sólo un minuto para firmar un empate que no deja satisfecho a Machín pero refuerza su idea, mostrando una gran imagen como visitante.