Girona no será de Primera. Noche histórica, cruel y decadente en Montilivi. El conjunto rojiblanco ha perdido contra el Elche en la final del play-off y se ha quedado sin ascenso a la categoría reina (0-1). La caída ha llegado de la manera más dolorosa: con un gol en los últimos instantes del tiempo añadido del catalán Pere Milla. Tal como pasó contra el Lugo en 2016, pero esta vez sin público en las graderías. Todavía más dramático. El golpe es muy duro. Probablemente no es momento para pensar en las consecuencias del porrazo, pero cuesta creer que los gerundenses —futbolistas y afición— puedan reponerse y salir adelante.
Dominio estéril gerundense
En la primera parte, el Girona ha sido el dominador indiscutible del partido. Pacheta había dicho en la previa que su equipo saltaría al césped de Montilivi con el objetivo de atacar —algo comprensible, y es que el cero a cero no servía a los ilicitanos—, pero lo cierto es que el Elche sólo se ha limitado a proteger la portería del catalán Édgar Badía.
El Girona, pues, ha asumido su papel de favorito y protagonista y ha monopolizado la pelota. Borja García y Samu Sáiz, las dos figuras de la zona de tres cuartos, han conseguido encontrarse en varias ocasiones, pero sus triangulaciones no se han traducido en un gran número de ocasiones. Al menos hasta el minuto 30.
En pleno ecuador del primer tiempo, Samu ha filtrado un pase interior para Stuani y el punta uruguayo, desde dentro del área, ha enviado la pelota por encima del travesaño. La oportunidad ha sido clarísima.
A partir de este momento, el conjunto de Francisco ha empezado a hacer gala de un dominio todavía más abrumador y ha intimidado el Elche con diversas centradas. El gol, sin embargo, se resistía. Y el guion favorecía los intereses visitantes. Con una diana en el segundo tiempo, los de Pacheta subían a Primera.
Una expulsión para la historia
Dicho y hecho. Después de haber reservado esfuerzos en la primera parte, el entrenador del Elche ha movido ficha y ha sustituido a Josan, un mediocentro, por Víctor Rodríguez, un mediapunta. Quería pólvora.
Este hecho, sin embargo, no ha sido tan decisivo como el que ha tenido lugar en el minuto 60. Stuani ha pisado involuntariamente a Dani Calvo, el árbitro le ha enseñado amarilla y, después de recibir instrucciones desde la sala VOR, ha rectificado y lo ha expulsado con roja directa. Indignante e histórico porque no lo era. La acción será recordada durante muchos años en Montilivi.
A pesar de jugar con diez jugadores, sin embargo, el Girona ha plantado cara. El cero a cero, hay que recordarlo, enviaba el partido a la prórroga y en última instancia, daba el ascenso a los de Montilivi. Tocaba resistir y eso es lo que los blanquirojos ha hecho hasta los últimos instantes del tiempo añadido.
Ha sido entonces cuando los astros, abonados a hacer daño al Girona, se han alineado para introducir el cabezazo de Pere Milla en el fondo de la portería de Asier Riesgo.Sí, otra vez cuando quedaban pocos segundos para el pitido final.
Los de Francisco no ha podido tener más mala suerte. En la ida, se encontraron un terreno de juego impracticable cortesía del Elche, que convirtió el Martínez Valero en un campo de patatas. En la vuelta, un error arbitral que ya es historia y que ha impedido que el mejor jugador de Segunda, Stuani, estuviera sobre el césped.
Sea como sea, los de Montilivi seguirán un año más en Segunda y, hoy por hoy, nada hace pensar que puedan volver subir. El 2020 está siendo un año complicado. En clave futbolística también.