Cuando no hay manera, no hay manera y parece que la de este miércoles era una de esas tardes. Un Girona gafado se ha quedado con la miel en los labios contra el Feyenoord (2-3) tras un partido loco en el que el cuadro catalán ha acabado cayendo por jugadas corrompidas por la mala suerte. Dos goles en propia portería, un gol anulado y un penalti errado han sido suficientes para que el Feyenoord, que solo ha chutado dos veces a portería a pesar de haber fallado también una pena máxima, se lleve sus primeros tres puntos de esta nueva Champions League.
Lo mejor de la primera mitad, el resultado
Se las prometía muy felices un Girona que vivía este miércoles un hito histórico. La ciudad, el estadio y, sobre todo, la afición, se engalanaba para acoger por primera vez en Montilivi un partido de Champions League. El nublado día en Girona derivaba en uno lluvioso a menos de una hora para el partido, y aunque los primeros instantes de encuentro se trataban de una fiesta, poco tardaría en aguarse.
David López abría la lata en el 19' con un gol igual de histórico que de breve, y es que tan solo 4 minutos más tarde, en el 23,' Yangel Herrera en propia portería neutralizaba el tanto del central catalán. En una falta lateral que Timber remataba en primera instancia, la trayectoria de la pelota cambiaba al tocar en el cuerpo del mediocampista venezolano y se convertía en el gol del empate.
Montilivi encajaría bien el golpe y transmitiría esta misma energía a los suyos. El Girona ha mantenido la frente alto, pero ha sido entonces, hacia el minuto 30, cuando han empezado a sucederse, uno tras otro, errores garrafales en salida de balón. Sin ir más lejos, en el 33,' uno de ellos le costaría a los locales el 1-2. Una recuperación en la zona de medios dejaría solo a Milambo delante de la portería gerundense y el neerlandés no perdonaría. Esta vez sí, la afición blanc-i-vermella encajaba un golpe muy duro en su moral, pero no habría que esperar mucho para temer lo peor. En el 35', dos minutos después del gol de la remontada, Gazzaniga pasaría una patata caliente a Iván Martín en área propia. El argentino, inestimable protagonista en la primera jornada de Champions contra el PSG (1-0), sería quien metería a los suyos en un lío con el penalti que cometería Iván Martín y el propio argentino lo enmendaría parando la defectuosa ejecución de Ueda.
Van de Beek da alas con el empate
Sin duda, habiendo podido encajar un 1-3 que hubiera sido mortal por la forma con la que estaban llegando los goles neerlandeses, lo mejor de la primera mitad ha acabado siendo el resultado. El Girona necesitaba el paso por el descanso y, sobre todo, necesitaba recuperar sensaciones con el balón en los pies. Sea como sea, si esta estaba siendo su sangría en el tramo final de la primera mitad, a punto ha estado de ocasionar el tercer gol visitante en el inicio de la segunda. Suerte de Arnau en el cruce y suerte de Ueda, que, de nuevo, ha estado muy desafortunado a la hora de definir.
Mientras tanto, las revoluciones de todos los protagonistas seguían pasadas de vueltas. Mucha intensidad, bastantes parones por faltas y algunas de ellas subidas de tono. De hecho, Hugo Bueno ha merecido ver la tarjeta roja tras una entrada tardía y fuera de lugar sobre Iván Martín. Entre el gol que justo le acababan de anular a los gerundenses tras un rebote en propia portería y la no expulsión de Bueno, Montilivi ha reavivado. Tanto es así, que Donny Van de Beek, protagonista minutos antes en el gol invalidado por fuera de juego, hacía el empate tras una jugada donde la fortuna ha estado del lado de Danjuma.
El Feyenoord vuelve a sacar partido de un Girona gafado
El factor suerte y el factor mental han sido más determinantes que nunca, y es que si bien el empate del Girona volvía a dar alas al combinado catalán, un nuevo golpe de mala suerte volvía a hundir el castillo de naipes que estaba tratando de construir el Girona. Esta vez, era sobre la figura de Ladislav Krejčí que se ensañaba la mala fortuna, haciendo que el checo se hiciera un nuevo gol en propia puerta y poniendo de nuevo a los suyos por debajo en el marcador.
El Feyenoord estaba creando mucho peligro al contragolpe, sobre todo por medio de Osman, pero no ha dejado de encontrarse todos los goles en acciones de demérito o de mala fortuna de los locales. Dos estadísticas reveladoras: con dos disparos a portería, el Feyenoord ha marcado tres goles, y hay que tener en cuenta que Gazzaniga ha parado un penalti que iba entre los tres palos.
Paralelamente, otro dato matador es que el Girona ha encajado 4 goles en esta Champions y 3 se los ha hecho en propia portería. Sin duda, un hecho que habla de la mala suerte que está teniendo el cuadro gerundense, pero que también deja claro que el margen de mejora de los resultados es abismal.