El Girona, a la tercera, ha conseguido el ascenso a Primera División después de ganar en Tenerife (1-3) en un partido de una madurez ejemplar y con unos goles muy simbólicos. Stuani ha agrandado su leyenda con el primero, el cedido Baena se ha graduado con el segundo, y el jugador de la cantera Arnau Martínez ha sellado el triunfo con el tercero, haciendo inútil la reacción canaria después del gol de Carlos Ruiz.

El Girona domina e impone su juego

Los dos entrenadores han repetido el mismo 11 que en el partido de ida, que acabó sin goles, y eso se ha notado también en el guion del partido en la primera mitad. Los gerundenses han saltado al Heliodoro Rodríguez López con la clara consigna de querer ser dominadores del juego e intentar imponer su idea, y al Tenerife no le parecía mal del todo.

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Partido igualado pero dominio gerundense antes del descanso / EFE

Los canarios han endurecido el el partido desde muy pronto, y el primero a demostrarlo ha sido Álex Corredera, que he llegado tardísimo en una jugada totalmente intranscendente sobre Iván Martín. La agresividad del centrocampista ha acabado con el extremo del Girona lesionado, llorando y teniendo que abandonar uno de los partidos más importantes de su vida lesionado.

La frustración de su compañero ha espoleado a los gerundenses, que poco a poco han traducido el dominio en llegadas, y las llegadas en ocasiones. Aunque primero ha avisado a Mario González para los tinerfeños, el Girona ha vuelto a ser protagonista, y con dos tiros lejanos de Aleix Garcia y de Samu Sáiz, que Soriano ha acabado desviando, los de Míchel empezaban a merecer el gol.

Stuani no falla de penalti

Y, a veces, este llega como menos te esperas. Uno de estos tiros lejanos, esta vez de Juanpe, ha chocado con el brazo de Sergio González y el árbitro ha señalado un penalti que, un especialista como Cristhian Stuani no podía perdonar. Y no lo ha hecho, enviando el partido al descanso con un botín mínimo pero valiosísimo para un Girona que sabía que en la segunda mitad el Tenerife tenía que salir de forma diferente.

Stuani celebracion gol Girona Tenerife EFE
Stuani celebra el 0-1 / EFE

Y así ha sido. Los de Luis Miguel Ramis han empezado a jugar y bien, y el Girona vivía en el último tercio de campo propio. El primer aviso, de Aitor, ha acabado en manos de Juan Carlos, y los canarios percutían constantemente para los laterales, con Mellot y Moore buscando centros laterales. Y en una de estas, de los pies de Alex Corredera ha nacido la asistencia que Carlos Ruiz ha convertido en el 1-1 con un potentísimo cabezazo.

Baena y Arnau sellan el ascenso gerundense

Y cuando todo se podía poner más complicado para los gerundenses, ha parecido que el destino había decidido que, este año sí, después de los golpes durísimos de las últimas dos temporadas, es el año del ascenso del Girona. Una jugada aparentemente inofensiva por banda derecha de Álex Baena, ha acabado con uno centro del jugador cedido por el Villarreal que, después de rebotar en José León, ha desviado la trayectoria de la pelota y ha superado a Soriano incrédulo bajo palos.

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Arnau Martínez ha marcado el gol definitivo / EFE

Y por si todavía le faltaba más simbolismo a un partido que ya estaba lleno de él, el gol de la sentencia ha llegado desde las botas de un futbolista que siente el escudo del Girona como parte indivisible de su corazón. El de Premià, Arnau Martínez, formado y forjado en el fútbol base del Girona, ha puesto la bota para desviar un centro lateral y desatar la euforia entre los gerundenses desplazados a las islas.

El Tenerife, a la desesperada, ha intentado ponerse en el partido, pero el Girona ha resistido bien, maduro, y sin perder unos nervios que sí que se escapaban a su rival, con cada centro rechazado, cada aque de banda o cada cambio de Míchel. Y cuando se han cumplido los eternos nueve minutos de añadido, Girona ha celebrado un doble ascenso, en fútbol y también en baloncesto, en un 19 de junio de 2022 que ya ha entrado en letras de oro en la historia del deporte gerundense.

 

Imagen principal: varios jugadores del Girona celebran uno de los goles del partido / EFE