El Girona se ha despedido del sueño de la Copa del Rey en los cuartos de final contra el Mallorca (3-2). Los hombres de Míchel tenían la oportunidad de volver a hacer historia alcanzando unas semifinales de Copa inéditas para el club gerundense, pero una primera parte irreconocible, en la cual han encajado tres goles - obra de Larin y Abdón Prats (x2) - ha dado la victoria al conjunto local. Los catalanes han intentado reaccionar en el segundo tiempo, gracias a la expulsión de Raíllo, el posterior penalti transformado por Stuani y la diana de Savinho en el tiempo de descuento, pero los mallorquines han resistido los insistentes ataques visitantes y se han convertido en el segundo equipo clasificado para las semifinales. El Girona ahora tendrá que centrarse en la Liga, donde todavía tiene mucho que decir.
El Girona, sobrepasado ante la intensidad local
Los primeros compases en Son Moix han sido eléctricos. Ambos equipos han saltado al terreno de juego cargados de adrenalina, en busca de un gol tempranero, y eso se ha traducido en un intercambio de golpes en el cual la Mallorca ha disfrutado de las ocasiones más claras. Los dos delanteros del equipo, Abdon Prats i Cyle Larin, que estaban siendo una verdadera pesadilla para los centrales del Girona, han protagonizado los dos primeros chutes en portería de la Mallorca, que han obligado a Juan Carlos a intervenir con dos paros de mérito.
El conjunto de Javier Aguirre estaba siendo muy superior y eso lo estaba notando Míchel, muy nervioso desde la banda intentando activar a sus jugadores. Sin embargo, la respuesta de los futbolistas gerundenses no ha llegado y los locales se han adelantado en el marcador en el minuto 20. Dani Rodríguez ha recogido una pelota larga en el sector derecho y con un fuerte pase raso ha conectado con un Kyle Larin que ha estrenado el marcador sin oposición. El delantero canadiense ha destapado una euforia en Son Moix que Abdón Prats se ha encargado de mantener viva.
En menos de cinco minutos, el '9' mallorquín ha anotado un doblete que dejaba la Mallorca con un pie y medio en las semifinales. Primero, en el minuto 28, gracias a un impresionante chute desde fuera del área que ha entrado por la escuadra derecha de la portería gerundense. Y cinco minutos más tarde, convirtiendo una pena máxima, que el árbitro había señalado después de revisar la jugada en el VAR. Ante este vendaval, el Girona no ha encontrado ninguna respuesta y le tocaba a Míchel mover ficha al descanso para intentar el remontamiento.
El minuto 68 cambia el rumbo del partido, pero la resistencia de la Mallorca obtiene las semifinales
Y lo ha hecho introduciendo un doble cambio: Dovbyk y Yann Couto han entrado en el sitio de Arnau Martínez y Yangel Herrera. Dos sustituciones claramente ofensivas que tenían el objetivo de embotellar la Mallorca en su propia área y recuperar el ritmo goleador que ha exhibido durante toda la temporada. Y el propósito de Míchel se ha cumplido a medias. El Girona tenía la posesión, pero no encontraba la forma de generar peligro. Un escenario complicado para los visitantes que, sin embargo, ha cambiado, radicalmente, en el minuto 68. El árbitro del partido ha señalado un dudoso penal por un estirón de Stuani y segundos más tarde ha expulsado Raíllo por protestar esta decisión. El uruguayo no se ha puesto nervioso desde los 11 metros y los catalanes podían soñar con la remontada.
Con estas dos decisiones arbitrales, el contexto de partido ha pasado a ser un asedio gerundense hacia la portería del Mallorca. Cada jugada era una posesión peligrosa para los visitantes y los mallorquines se dedicaban a rechazar los centros que intentaban los rivales. Las oportunidades tampoco han acabado de llegar en este tramo final de partido, pero Savinho ha sido el más astuto dentro del área para anotar el segundo cuando quedaba un minuto para el final. Ahora bien, el milagro no ha cogido forma y el Girona ha caído eliminado.