El Girona no se arruga ante un Elche combativo y sigue avanzando en la Copa del Rey (0-2). A pesar de la buena cara del conjunto ilicitano, el combinado blanc-i-vermell ha demostrado personalidad para pasar a octavos.
Daley Blind abre la lata en un momento clave
Los cruces de Copa siempre son unas fechas marcadas en el calendario como tramposas. Ya lo fue la cita de primera ronda ante el San Roque (1-2) y, aunque el resultado no hiciera justicia a los disputados 90 minutos de Orihuela (2-5), a los de Míchel tampoco les regalaron el pase a segunda ronda. En esta nueva fase de Copa del Rey, ya en dieciseisavos de final, el Girona se citaba con un equipo también de menor entidad, pero mucho más conocido para él como lo es el Elche.
El equipo de la franjiverde, actualmente 12.º clasificado en Segunda, quería entrar en el partido luchando de tú a tú con un Girona que, sin pelos en la lengua, es el equipo más en forma de Europa. Por esta razón, con la misión de no dejar respirar a los futbolistas visitantes, el equipo de Beccacece saldría a presionar arriba y tratar de dificultar una salida de balón que hoy no disfrutaría de la clarividencia de Daley Blind ni de Aleix Garcia, ya que ambos partirían desde el banquillo.
En este sentido, con descanso también para Dovbyk, Gazzaniga y Savinho de los más habituales, el Girona se toparía con un rival muy combativo que haría méritos suficientes para abrir la lata. No obstante, sería el propio Blind quien lo haría cuando solo hacía 7 minutos que estaba sobre el césped. El central neerlandés, después de sustituir a Eric Garcia por lesión, remataría en el segundo palo un saque de esquina peinado por Jhon Solís.
Yan Couto remata la faena con el segundo
El gol gerundense llegaba en un momento clave. El Elche había mostrado más ganas de hacer el primero del partido e incluso habría contado con más ocasiones para hacerlo. Sin embargo, el Girona haría valer su condición de favorito en una jugada de pizarra fantástica. Un córner colgado por Portu al primer palo lo prolongaría Solís para que Blind materializara una jugada ensayada ejecutada a la perfección.
De hecho, la segunda mitad empezaría como la primera. El Elche seguiría demostrando su ímpetu y pondría a prueba al hoy titular Juan Carlos, pero cuando se encontraba en su mejor momento, de nuevo recibiría un golpe muy bajo. Esta vez, sería a través de una rápida transición iniciada por Iván Martín, conducida por Portu y rematada por un Yan Couto que cruzaría el balón a la perfección desde el flanco derecho, ya en el interior del área.
De este modo, el Elche le perdería la cara al partido y renunciaría a recuperarle el pulso a un Girona que, sólido y sin arrugarse, se hace un hueco entre los dieciséis mejores de la Copa del Rey.