Una de las grandes revelaciones de LaLiga 2023/24 ha sido Artem Dovbyk, delantero ucraniano que llegó al Girona el verano pasado, por 7,75 millones de euros, lo que le convirtió en el fichaje más caro en la historia en club catalán. Dovbyk debutó con gol, contra la Real Sociedad, y después de ser suplente en las 4 primeras jornadas, se convirtió en el delantero centro titular del equipo sorpresa de la Liga.
Solo 9 meses después, Artem Dovbyk se ha convertido en uno de los jugadores más deseados de la Liga. El ucraniano ha marcado 21 goles en el campeonato y no muy probablemente no será el pichichi por el póker que logró Sorloth en la última jornada de la Liga. Y uno de los clubes que pretenden su fichaje es el Barça, que ya ha iniciado los contactos.
El Girona quiere conservar a sus estrellas
El plan del Girona es mantener el máximo número de sus estrellas para la temporada que viene, en la que debutará en la Champions League. Míchel teme quedarse sin alguno de sus referentes, ya que jugadores como Savinho pertenecen al City Group, por lo que prefiere que los futbolistas que están en la cartera del Girona sigan en la medida de lo posible.
El gran problema es que jugadores como Dovbyk y Tsygankov han generado una enorme expectación, por lo que las ofertas no han tardado a llegar. El Atlético de Madrid ha sido el primero, que ya tiene en la agenda a Dovbyk y a Sorloth y que pretende cerrar cuanto antes el fichaje de uno de los dos, antes de que entren más pretendientes.
El Barça quiere a Dovbyk
La ventaja del Barça es que el Girona tiene en su agenda a varios jugadores blaugrana, empezando por Oriol Romeu, que quiere volver a Montilivi después de una mala experiencia en el Barça. El club de Míchel también es partidario de quedarse en propiedad con Eric Garcia, que esta temporada ha rendido a un gran nivel con el Girona, en calidad de cedido.
El Barça, pues, pretende usar estas cartas para ganar una opción preferencial a la hora de pujar por Dovbyk, a pesar de que el Girona se mantiene firme a la hora de declarar al ucraniano como intransferible. El Barça, sin embargo, está dispuesto a pagar los 40 millones de euros de la cláusula de rescisión del ucraniano. La operación está en marcha.