El Girona se reencuentra con el furor de la victoria a costa de Osasuna (4-0) en su vuelta a Montilivi. A pesar del largo verano con respecto al aspecto mercantil, el conjunto blanc-i-vermell ha podido hacer revivir a su afición una de aquellas tardes mágicas de fútbol.

Bryan Gil desbloquea al Girona

El combinado gerundense necesitaba una tarde como la de este jueves. Ya lo decía Míchel en la previa del partido que "Montilivi son puntos" y, esta tarde, el conjunto blanc-i-vermell debutaba en su feudo en el nuevo curso. Con la idea y el ritmo de como acabó la pasada temporada, el conjunto catalán ha empezado a asediar ante un Osasuna muy bien colocado en defensa.

La primera del partido llegaba en las botas de Bryan Gil (22'). Un Osasuna hermético no daba signos de flaqueza, pero en una salida de balón en la que Moi Gómez se equivocaba al simular una falta en una posición muy sensible, el de Barbate cogía el balón y advertía a Sergio Herrera con un gran disparo que el portero burgalés enviaba a córner milagrosamente.

Sea como sea, nada podría hacer con el segundo intento del extremo gaditano. Tras un gran centro de Viktor Tsygankov que iba cerrándose con la rosca, Bryan Gil cazaba el balón al vuelo para abrir el marcador desde el segundo palo. Por primera vez en toda la temporada, el Girona llevaba la iniciativa en el electrónico y qué mejor escenario para hacerlo que en su vuelta a Montilivi.

Bryan Gil, celebrando su gol contra el Osasuna / Foto: EFE

Tsygankov desata la fiesta

La tranquilidad de ir por delante en el marcador resultaba un soplo de aire fresco para un Girona que llegaba al descanso con el 1-0 en el bolsillo. Con todo, ya en la segunda mitad, Tsygankov duplicaría la ventaja local (53') para encaminar los tres primeros puntos de la temporada. Después de un centro lateral del hoy titular Miovski, un mal rechace de la defensa navarra acabaría en las botas del ucraniano, que con un buen giro de tobillo, salvaría la salida de Sergio Herrera para hacer el segundo.

Las 13.275 almas que se han congregado en Montilivi y que habían empezado el partido pegados a los móviles para descubrir sus futuros rivales en la Champions ya estaban de fiesta, pero Abel Ruiz acabaría por disparar los decibelios del feudo gerundense con un auténtico golazo 3 minutos después del segundo. Un balón aéreo filtrado de Francés hacia Yangel Herrera era un caramelo para que el venezolano la dejara con el pecho para el ex del Braga. Abel, a botepronto, engancharía una volea espectacular para batir a Sergio Herrera y confirmar que la de este jueves era otra de aquellas noches mágicas en Montilivi.

Abel Ruiz i Tsygankov, celebrando el tercero / Foto: EFE

Stuani se apunta al bombardeo

Recién había entrado Cristhian Stuani al terreno de juego y Míchel también daba minutos a Donny van de Beek. Ambos, uno por leyenda y otro por ilusión, son dos hombres muy queridos por la afición, pero este jueves han hecho de nueve méritos para seguir mereciendo aplausos al asociarse para hacer el cuarto y definitivo.

Una diagonal del neerlandés le haría ganar línea de fondo y este, sin mirar, pero perfectamente consciente del panorama que había en el área pequeña, encontraría al goleador de Tala para que el uruguayo acabara de hundir a Osasuna. De este modo, el Girona suma su primera victoria de la temporada y ya piensa en el Sevilla, de nuevo lejos de casa, este próximo domingo.