El Girona y el RCD Espanyol se enfrentaban en el derbi catalán con muchas urgencias. Los de Diego Martínez llevaban 3 partidos consecutivos perdiendo y buscaban romper esa mala dinámica. Por su parte, los de Míchel, también con una racha negativa, buscaban una victoria que les permitiera alejarse, aún más, de las zonas de descenso.
El partido ha salido de cara para los de Montilivi. Después de una primera parte insípida por parte de ambos conjuntos, el Girona ha sido el que más ha querido el partido. Los pericos, atenazados tal vez por el miedo a perder, se hunden en la clasificación después de la derrota de hoy. Arnau Martínez en el 52 y Christian Stuani en el 88 han sido los goleadores del Girona. Martin Braithwaite ha hecho el gol del Espanyol, en el minuto 74
Una primera parte soporífera
Lejos de, poco a poco, ir dando más velocidad al encuentro, el partido ha brillado casi durante toda la primera parte por la ausencia clara de ocasiones. El Girona ha llevado el peso del partido, teniendo el dominio del balón, y el Espanyol aguardaba agazapado atrás, esperando algún error del rival para salir a la contra.
No ha sido hasta la media hora de partido cuando han empezado a llegar las ocasiones. Oriol Romeu ha estado a punto de cazar un balón suelto dentro del área, pero la rápida acción de la defensa perica ha evitado el que podría haber sido el primero del partido.
El equipo de Míchel, en los últimos instantes de la primera mitad, ha gozado de alguna ocasión para irse al descanso con ventaja, primero con un disparo lejano del Taty Castellanos que ha marchado desviado, y luego con un chute de Viktor Tsygankov que se ha estrellado en el lateral de la red. Los gerundenses han sido los que más lo han intentado ante un Espanyol impasible y desaparecido en ataque, dejando la sensación de tener mucho miedo a perder. Con todo, nos hemos ido al descanso con un empate a cero en el marcador.
¿Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas?
La segunda parte nos deparaba un guion totalmente diferente al de la primera. Los de Montilivi se han volcado sobre la portería defendida por Fernando Pacheco, ante un Espanyol que achicaba agua como podía. Ha sido un auténtico monólogo del Girona que acariciaba el gol. Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. En el minuto 52, Arnau Martínez ha aprovechado un rechace y, desde fuera del área, ha empalmado el balón que se ha colado en la portería perica y ha desatado la locura de la afición gerundense.
Los rojiblancos tenían el partido controlado, y los de Diego Martínez no daban ningún atisbo de poder reaccionar. Nada más lejos de la realidad. En una jugada aislada, Braithwaite ha aprovechado un toque de cabeza dentro del área para anticiparse a David López y volver a poner la igualada en el marcador.
Parecía que los blanquiazules podían respirar tranquilos, pero de nuevo el partido nos ha deparado otro cambio de guion. Primero con una expulsión, clara, de Sergi Gómez por una fea entrada por detrás. Después, un agarrón de Vinícius Souza dentro del área ha sido sancionado por el colegiado. Christian Stuani, ante su exequipo, ha sido el encargado de materializar el penalti, en los últimos instantes del partido, que ha significado el definitivo 2 a 1, que permite respirar al Girona, y acerca al Espanyol al descenso.