Derrota cruel del Girona en el estreno de Montilivi en este 2025. A pesar de adelantarse en el marcador gracias a un gol de Arnau Martínez y un penalti parado de Gazzaniga, el equipo de Míchel se ha desplomado en el segundo acto y ha encajado dos goles, obra de Saúl Ñiguez y de Lukabaio, que lo dejan sin ningún punto. Ha sido una derrota inesperada que frena una racha de tres victorias consecutivas y dificulta las aspiraciones europeas.
Arnau Martínez remata el trabajo de Gazzaniga
El partido ha empezado de la peor forma posible para el Girona. Cuando todavía no se habían cumplido tres minutos de los del silbido inicial, Oriol Romeu ha cometido un penalti clarísimo sobre Isaac Romero que el árbitro Martínez Munuera no ha tenido dudas de señalar. El equipo de Míchel todavía no había podido aterrizar al partido que ya tenía que remar a contracorriente. Todo quedaba en las manos de Gazzaniga, un especialista desde los 11 metros que quería demostrar, una vez más, su valía en estas complicadas artes. Y así ha sido: estirada fenomenal adivinando las intenciones de Romero y Montilivi celebrando como si fuera un gol.
No era para menos, el Girona se había salvado de una importante. El equipo de Míchel había ganado una vida extra que quería aprovechar como fuera. Con un ritmo de pelota alto y un Bryan Gil ejerciendo de líder, los catalanes se han asentado en campo contrario de forma continuada. Suyo era el dominio de la pelota, pero las ocasiones seguían siendo del Sevilla, que ha acabado desesperado ante cada respuesta decisiva de Gazzaniga. Han sido hasta tres intervenciones clave del argentino. En cambio, quien sí que ha podido materializar la primera oportunidad de oro que ha tenido ha sido el conjunto local, a través de un héroe inesperado. Arnau Martínez, después de un córner servido en corto, se ha anticipado a todos los defensores andaluces y, con un vigoroso remate de cabeza, digno de un delantero centro de muchos quilates, ha anotado la primera diana del partido (1-0, min. 36), que ha servido para cerrar una primera parte movida e intensa.
Tragedia gerundense en el segundo acto
En la reanudación, el escenario del partido ha virado. Principalmente, por la propuesta más activa que presentado el Sevilla. Con más intensidad en la presión, el equipo andaluz ha podido embotellar el Girona en su propia área. Las oportunidades que ha acumulado tampoco eran clarísimas, pero con la misma fórmula que habían utilizado los de Míchel en la primera parte, han igualado el duelo. El autor de la diana, Saúl Ñíguez, que después de dos intentos a la salida de un córner, ha enviado la pelota al fondo de la red gerundense (1-1, min.59).
Con el empate de nuevo en el electrónico, era el turno del Girona de responder con la misma personalidad. El equipo de Míchel no podía hundirse si quería mantener vivas sus opciones europeas. Consciente de esto era el técnico madrileño, que actuado rápidamente con tres cambios, dando entrada a Stuani, Van de Beek y Solís. El resultado ha sido positivo, ya que han podido recuperar el dominio de la esférica. Sin embargo, ha faltado acierto en los metros finales.
Y cuando perdonas, corres el riesgo de pagarlo caro. Sobre todo cuando juegas contra equipos con el talento del Sevilla. Porque los de García Pimienta no se han rendido y con el talento de Lukebakio han encontrado un gol 'in extremis' que ha sentenciado el duelo (1-2, min. 88). Ha sido un golazo del delantero belga, que deja el Girona tocadao y un poco más lejos de Europa.