Míchel ya estaba en jaque este pasado fin de semana para recibir a la Real Sociedad. El Girona llegaba hasta 8 para contar sus bajas de cara al choque liguero de este pasado sábado, pero es que la cosa todavía ha ido a peor con la llegada de la Champions League.
El conjunto blanc-i-vermell no es que no haya recuperado a ningún efectivo para recibir al Slovan Bratislava este martes en Montilivi, sino que tiene que sumar dos nombres más a la lista de descartados para medirse contra el cuadro eslovaco: Abel Ruiz y Gabriel Misehouy.
Con Abel Ruiz y Misehouy, ya son 10 las bajas para Míchel
Durante la pasada semana, Jhon Solís y posteriormente Yaser Asprilla, Bryan Gil y Pau López se sumaban a las bajas de Viktor Tsygankov, Daley Blind, Oriol Romeu y Ricard Artero. En total, 8 hombres eran baja obligada para la última cita del equipo de Míchel, pero con las ausencias de Abel Ruiz y Misehouy, ya son 10.
En el caso del delantero valenciano, su indisposición se debe a unas molestias en el aductor. Con respecto al mediapunta neerlandés, no entrará en la convocatoria este martes porque no está inscrito en la competición. Por esta razón, todo apunta a que Míchel volverá a mirar hacia el filial y se llevará convocado al portero Lucas, a los mediocampistas Selvi y Enric Garcia, al extremo Min-Su Kim y al delantero Raúl Martínez. Además, el juvenil Juan Arango también apunta a recibir la llamada de Míchel para la cita Champions.
Solo 12 jugadores de campo
Salvo Blind, que aunque ya se entrena con el grupo, todavía no ha recibido el alta médica, los lesionados permanecerán en la enfermería durante todavía unas semanas. Mientras tanto, Míchel solo tiene 12 jugadores de campo disponibles para buscar su primera victoria en la Champions League. Ellos son Juanpe, Arnau, Miguel, David López, Alejandro Francés, Krejci, Van de Beek, Danjuma, Yangel Herrera, Iván Martín, Miovski y Stuani. Dos laterales derechos — contando a Francés como tal —, 3 centrales, 1 lateral izquierdo, 3 mediocampistas, 1 extremo y 2 delanteros centros.
Sin duda, una situación dramática para un Girona que, si ya está teniendo suficientes problemas con las odiosas comparaciones con la pasada temporada, ahora tiene que lidiar con una decena de bajas. Sin ir más lejos, este pasado viernes, aunque Míchel trataba de no achacarle la culpa al calendario, acabó asegurando que "seguro que sí" que la tiene. Entre la sobresaturación de partidos y las pocas horas de entrenamiento en las que el vallecano dispone del grupo entero, el Girona atraviesa una situación insostenible.