El Gobierno ha hecho llegar al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) la petición argumentada para que se suspenda Luis Rubiales de forma cautelar e inmediata. Según avanzado el diario El País este sábado, el Consejo Superior de Deportes (CSD) alega en su petición que se pone en riesgo la candidatura del Mundial 2030 y el crecimiento del país por la extraordinaria repercusión nacional e internacional del caso.
El ministro de Deportes del gobierno español, Miquel Iceta, anunció el viernes por la noche que el Consejo Superior del Deporte (CSD) pediría al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) una medida cautelar para poder suspender al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, de sus funciones. El anuncio lo hizo después de que el TAD emitiera una resolución calificando como "grave" la actitud del presidente suspendido durante la celebración de la selección española por la victoria del mundial de fútbol femenino. Esto impide al Consejo General del Deporte (CSD), que depende del gobierno español, pueda suspender definitivamente de sus funciones a Rubiales. Con la medida cautelar, lo que busca el gobierno español es que sea el propio tribunal quien inhabilite a Rubiales.
El motivo por el cual lo TAD no ha calificado de "muy grave" el caso Rubiales tal como pretendía el gobierno español, es por el incumplimiento del ejecutivo con el plazo de la ley del deporte. Según explica El Español, el gobierno español habría incumplido durante seis meses el plazo para desarrollar el régimen disciplinario de la nueva legislación. Por lo tanto, ha aplicado la ley del 1990 y el reglamento del 1992.
La nueva ley prevé un protocolo contra la violencia sexual, que no se ha aplicado. "Dar un beso a la fuerza tendrá consecuencias inmediatas", dice la nueva legislación que el ejecutivo estatal no ha aplicado. El TAD, por lo tanto, en vez de decidir si ha habido un beso a la fuerza, ha decidido si ha habido "abuso de autoridad". En este caso, el tribunal no lo ha visto así, y ha calificado de conducta "grave" el comportamiento de Rubiales de acuerdo con la segunda infracción planteada por el gobierno español en su denuncia. Es decir, "actos notorios y públicos que atenten contra la dignidad o el decoro deportivo, cuando revistan una especial gravedad".