El Gobierno vasco no ha recibido con entusiasmo la noticia adelantada por la Cadena SER sobre la probable presencia de público en la final de la Copa del Rey que disputarán el Athletic Club y la Real Sociedad el próximo 3 de abril en Sevilla.
El Gobierno vasco recuerda que habrá confinamiento perimetral en Euskadi
Así lo ha hecho saber Bingen Zupiria, miembro del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y portavoz del gobierno. "No parece el mejor momento para invitar al público a asistir a un encuentro de fútbol cuando estamos pidiendo a la gente que no se aglomere y no se reúna en su domicilio con unidades familiares que no convivan habitualmente y estamos pidiendo a la población que extreme las medidas de protección", ha afirmado Zupiria.
"Supongo que no es necesario que como portavoz del Gobierno recuerde a toda la ciudadanía vasca y a todos los aficionados de la Real Sociedad y del Athletic de Bilbao que Euskadi estará perimetralmente cerrada en esas fechas y que estará prohibido salir de Euskadi. La circunstancia sanitaria no permite ningún desplazamiento de este estilo y nos obliga a mantener mucho cuidado cuando seamos espectadores de este partido y después cuando queramos celebrar el resultado", ha añadido.
Se teme que la reventa provoque un desplazamiento masivo
A pesar de que hasta este jueves, cuando se celebre la reunión que mantendrá la RFEF con el Athletic Club, la Real Sociedad y representantes de la Junta de Andalucía y del CSD, no se conocerán los detalles sobre la presencia de público en la final de la Copa del Rey del 2020, que se quedó sin disputarse por la pandemia del coronavirus, todo apunta a que el objetivo es que únicamente la ciudadanía de Sevilla podrá acceder a la compra de las entradas, además de que el aforo de público en La Cartuja estará limitado a un % determinado.
Aún y así, se teme que la reventa funcione a pleno rendimiento, pues el Athletic Club-Real Sociedad es un partido muy esperado por ambas aficiones, hasta el punto de que el principal motivo de la suspensión fue la imposibilidad de que hubiera público.
Todos los implicados, pues, tendrán que buscar la fórmula para garantizar todas las medidas de prevención y evitar a toda costa un desplazamiento masivo de aficionados que podría suponer un auténtico caos en un momento de la pandemia muy delicado, y con la Semana Santa de por medio. Al Gobierno vasco, de momento, no le ha gustado en absoluto la propuesta.