El Barça llegó a un acuerdo con Goldman Sachs para la construcción del nuevo Espai Barça y ahora se han conocido todos los detalles del contrato. El club blaugrana ya ha utilizado 109 millones de euros de los 815 millones que ha cedido la entidad financiera norteamericana, según ha detallado el programa Què t'hi Jugues de SER Catalunya. Este dinero sólo habrá servido si se aprueban en referéndum o en la Asamblea General.

109 millones ya utilizados

Estos 109 millones han servido para la construcción del estadio Johan Cruyff (donde juegan el Barça B, el femenino y el Juvenil algunos partidos), para la urbanización del entorno de la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí y para pagar el proyecto de Nikken Sekkei, el despacho de arquitectos japonés que ha diseñado el Nou Camp Nou.

Estadi Johan Cruyff / FC Barcelona

El acuerdo con Goldman Sachs, un préstamo de 725 millones más 90 millones de intereses, no es un pago inmediato de la totalidad del dinero. El Barça irá ingresando el dinero por partes y después de que cada obra esté certificada.

Estos 725 más 90 no computarán como deuda bancaria sino que lo harán como pasivo. El Barça irá devolviendo el dinero con los beneficios que genere el Espai Barça que se prevé que sea de un mínimo de 50 millones cada año y así durante 25 años. El club catalán calcula que el Espai Barça generará 150 millones de euros de nuevos ingresos.

Otro de los temas es el apellido del Camp Nou. El Barça todavía no tiene un patrocinador, pero cuando lo consiga, los title rights del Estadi serán unos ingresos que irán destinados a Goldman Sachs.

El Camp Nou, vacío durante un partido / EFE

La cláusula de Goldman Sachs: un consultor comercial

Una de las cláusulas de la entidad financiera es que si no se llegan a los 50 millones el primer año, Goldman Sachs asumirá las pérdidas, pero tendrá la potestad para poner a un consultor comercial dentro del club que tendrá el objetivo de potenciar los ingresos del club. Esta persona podrá imponer patrocinadores al Barça para llegar a la cifra necesaria siempre que no vulnere los estatutos del club y se respeten la carta de los derechos humanos.