El malestar en el vestuario del Barça no para de crecer. Después de evidenciar que existe una fractura entre los futbolistas y el cuerpo técnico en Vigo, ahora algunos de los jugadores blaugrana empiezan su propia guerra personal. Y uno de los integrantes de la plantilla que tiene más motivos para estar molesto es Antoine Griezmann.

Este martes, el delantero francés fue suplente ante el Atlético de Madrid en un partido de gran trascendencia para el Barça, que se jugaba la Liga, y para el jugador, quien se enfrentaba a sus excompañeros. El '17', sin embargo, sólo disputó los minutos de tiempo añadido, un hecho que los medios franceses han tildado de humillación.

Griezmann, durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva / FCB

El caso, sin embargo, es que la suplencia no debió sorprender a Griezmann. Previamente, el ex del Atlético también había ocupado la banquillos del Sánchez Pizjuán y de Balaídos. O dicho de otra manera: había sumado tres suplencias en cuatro partidos, su récord personal en Can Barça. Quique Setién reconoció en la rueda de prensa posterior al partido que tendría que hablar con él.

La familia al rescate

Griezmann, sin embargo, no ha levantado la voz. Quien lo ha hecho ha sido su familia. Después del partido contra el Atlético, su hermano no se cortó en Twitter: "De verdad, me echaré a llorar" y "2 minutos...", escribió. Posteriormente acabó borrando las publicaciones para no generar más quebraderos de cabeza eala estrella.

Su padre, en cambio, fue más contundente y envió un dardo envenenado a Setién. En relación a las palabras del técnico, quien apuntó que no le pediría perdón por la suplencia, el progenitor de Griezmann escribió lo siguiente a Instagram: "Para pedir perdón primero hace falta tener las llaves del camión, y este no es tu caso porque simplemente eres un pasajero". El padre también acabó borrando la publicación, pero el mensaje que envía el entorno no puede ser más claro. El incendio en el Camp Nou no para de crecer.