El Barça dijo que antes de acabar en el 2018 tendría el acuerdo para poner el nombre del nuevo Camp Nou, pero el tiempo ha pasado más rápido de lo esperado y, de momento, no hay novedades. Los naming rights, una de las grandes esperanzas para resolver parte de las multimillonarias despesas del Espai Barça, sigue ofreciendo novedades.

Ahora hace poco más de un mes volvía a sacar la cabeza Grifols, que cogía la pole position para ser la responsable de poner el nombre en el remodelado estadio azulgrana, que ha sufrido una nueva demora y tiene previsto acabarse en el año 2023. Las negociaciones van encaminadas a un acuerdo para 20 años, con unos ingresos de unos 20 millones de euros por temporada. Una cifra de ingresos total que podría rondar los 400 millones.

Pero la farmacéutica catalana podría tener unos planos diferentes a los esperados inicialmente por la entidad blaugrana. Según informa El Confidencial, Grifols tendría la intención de revender los naming rights, quedarse una comisión, y así sacar beneficio. Tal afirma el medio, la farmacéutica tendría la intención de hacer de broker y así sacar rendimiento económico y como empresa de un acuerdo histórico.

Con esta nueva posición de Grifols, el Barça ahora estaría estudiando la viabilidad de ceder los naming rights y la posibilidad que el Camp Nou vaya cambiando el nombre durante los años del acuerdo. Hasta ahora ya se había explicado la posibilidad que Grifols gestionara el naming para poner nombres de las empresas de su grupo, pero ahora se añade la posibilidad de vender el nombre a posibles empresas ajenas a Grifols.