¿Recuerdan el nombre de Dylan Groenewegen? Si es así, probablemente es porque el pasado mes de agosto este ciclista neerlandés protagonizó una de las acciones más antideportivas que se acuerdan de los últimos años.

Los hechos van sucedieron el 5 de agosto en la recta final de la Vuelta de Polonia. Gronewgen, ciclista de Jumbo-Visma, cerró el paso deliberadamente a su compatriota, Fabio Jakobsen, en el último tramo de la carrera, hecho que provocó que este se estrellara contra la valla publicitaria, además de una caída a gran escala con diversos implicados.

El porrazo provocó que Jakobsen, ciclista de DQS, fuera inducido al coma, aunque finalmente consiguió recuperarse sin sufrir daños neurológicos.

Ahora, más de tres meses después, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha dictado sentencia: suspensión de nueve meses para Groenewegen, que además tendrá que colaborar en varios acontecimientos benéficos de la comunidad ciclista.

El neerlandés previamente había decidido colaborar con la investigación y había admitido que se había desviado de su línea, cometiendo una grave infracción del reglamento. "Aquel accidente siempre será una página negra de mi carrera. Lo siento, pero quiero ser un velocista justo. Espero que eso sea una lección para todos los ciclistas", ha afirmado.