Pep Guardiola lo ha conseguido. El entrenador del Manchester City ha vencido a Jürgen Klopp, su bestia negra, en un partido memorable. Los citizens se han impuesto por la mínima al Liverpool (2-1) con los goles de Agüero y Sané y recortan las diferencias a cuatro puntos. Los reds siguen siendo los líderes de la Premier League, pero el City también quiere esta Liga. Continuará la lucha.
Después de un Barça-Madrid, un Manchester City-Liverpool es uno de los partidos más esperados del fútbol mundial. El cartel era de partidazo y lo ha sido, pero esta presión se ha visto presente sobre el terreno de juego. Los 22 protagonistas han empezado el partido nerviosos, imprecisos y con ganas de demostrar su potencial.
El Liverpool, irreconocible
El City tenía la posesión, como de costumbre, y el Liverpool esperaba detrás refugiados por su guardián Van Dijk. Desde que llegó al equipo red el pasado mercado de invierno, el holandés se ha convertido en el líder de la defensa y con sólo un año es uno de los capitanes del equipo. Suerte ha tenido el conjunto de Klopp de este central en la primera mitad.
Pero este Liverpool es imprevisible y con dos toques se puede plantar a la portería rival. Y eso es lo que han hecho. Mané se ha quedado solo contra Ederson y ha enviado la pelota al palo. El esférico se ha quedado muerto dentro del área y Stones y Ederson no se han entendido y casi se hacen un gol en propia que hubiera provocado el ridículo en el Etihad. Finalmente, el inglés ha conseguido sacar la pelota bajo los palos por centímetros.
El City dominaba pero no acababa de imponerse sobre el terreno de juego. El Liverpool estaba completamente anulado y Klopp sólo se podía encomendar a sus tres estrellas de arriba (Mané, Firmino y Salah) para que generaran alguna maravilla. Sin embargo, cinco minutos antes del descanso, golazo de Agüero en una jugada aislada y locura colectiva en Manchester. Los de Guardiola conseguían golpear primeros.
En la segunda parte, los citizens tenían la misión de controlar el juego, pero no lo han conseguido. Los minutos pasaban muy lentamente para los locales y demasiado rápidos para los visitantes. El partido se ha roto y ha sido entonces cuando el Liverpool se ha sentido más cómodo. Los reds se acercaban a la portería, pero Kompany salvaba bajo palos. Pero dos minutos después, gol de Firmino. 1-1 y el partido estaba completamente abierto.
Final de infarto
Pero si en el fútbol existe la justicia, hoy se ha impuesto. El City estaba siendo mejor y ha tenido el premio sólo unos minutos después del tanto del brasileño. Sané ha sido el autor del segundo gol con un contragolpe de libro de los citizens.
Y a partir de aquí, final de infarto. El partido ha sido de los porteros, Ederson y Alisson han salvado sus equipos. Al final, el City ha conseguido sumar los tres puntos. Guardiola se impone a su bestia negra.