Ser el mejor entrenador del mundo no es incompatible con tener asignaturas pendientes. Y la de Pep Guardiola, nadie lo esconde, es ganar una Champions League con el Manchester City.
Este viernes, el conjunto skyblue se enfrenta al Real Madrid en la vuelta de los octavos de final de la máxima competición continental con todo a favor. El resultado del Santiago Bernabéu fue un 1-2, de manera que los ingleses pueden certificar su acceso a los cuartos, una ronda que, como las semifinales y la final, se disputará a partido único. El técnico de Santpedor, pues, tiene una oportunidad de oro para ganar un título que no alza desde el año 2011.
8 temporadas sin la Orejuda
La última vez que Guardiola ganó el trofeo de clubs europeo más importante fue la temporada 2010/11, cuando el Barça sumó su cuarta Champions en Wembley ante el Manchester United. El año siguiente, el equipo perdió de manera un punto surrealista la eliminatoria decisiva de semifinales contra el Chelsea más tacaño de la historia. Desgastado por la corrosión de la junta de Sandro Rosell y los egos de un vestuario que no paraba de ganar poder, Guardiola dio un paso atrás después de la caída. Su siguiente destino, una temporada después, sería el Bayern.
Guardiola se pasó tres cursos en Munich y ganó tres ligas alemanas con una superioridad insultante. El papel de su equipo en la Champions, sin embargo, fue diferente: los bávaros cayeron en las semifinales contra el Real Madrid, el Barça y el Atlético de Madrid. Los rivales de la Liga española fueron un hueso demasiado duro, pero lo cierto es que ni los directivos ni los seguidores del conjunto alemán reprocharon al de Santpedor que no consiguiera ganar la Orejuda. Él, sin embargo, cerró una etapa después de la eliminatoria contra los colchoneros (1-0 en Madrid y 2-1 en Munich), que acabarían perdiendo la final contra el Real Madrid en la tanda de penales.
En Manchester, tampoco
Y de Baviera, en Manchester. Justo después de dejar el Bayern, Guardiola fichó por el City. Era el curso 2016/17 y el técnico catalán llegaba a un equipo que el curso anterior, con Manuel Pellegrini dirigiendo el barco desde el banquillo, había regalado más penas que alegrías a los aficionados ingleses. El nivel plantilla, con hombres demasiado veteranos y futbolistas sin experiencia, imposibilitaba que se exigiera ganar la Champions a Guardiola. Y así fue. Los citizens cayeron en los octavos de final contra un rival muy inferior, el Mónaco (5-3 en Manchester y 3-1 en en el Principado), y ningún peso pesado de la entidad lo consideró un drama.
Dos ingleses, los verdugos
Lo historia los siguientes dos cursos, sin embargo, fue completamente diferente. El City, comandado por un Pep gigante en el banquillo, ganó dos Premier League consecutivas mostrando un nivel de juego excelso. Los mejores analistas defendían la tesis de manera unánime: los de Guardiola eran el mejor conjunto del mundo.
Irónicamente, sin embargo, los verdugos del City en la Champions en las temporadas 2017/18 y 2018/19 fueron rivales ingleses, los mismos que en la competición doméstica habían claudicado sin oposición. El primero fue el Liverpool de Jürgen Klopp, equipo que se impuso por 3-0 en la ida de los cuartos de final disputada a Anfield. En la vuelta, los skyblue perdieron por 1-2 y se despidieron de la Champions. Un curso después -la temporada pasada- fue el Tottenham de Mauricio Pochettino el equipo que se deshizo del City, otra vez en los cuartos de final. En esta ocasión, la eliminatoria se decidió en la vuelta, celebrada en el Etihad Stadium. Aunque los de Guardiola ganaron (4-3), un gol en los últimos compases de partido de Fernando Llorente hizo valer el 1-0 de la ida disputada en el nuevo White Hart Lane. El técnico de Santpedor se volvía a quedar sin las semis, una ronda que todavía no ha alcanzado como técnico del City.
Contra el Real Madrid, Guardiola tiene una buena oportunidad para plantarse de nuevo en los cuartos. Eso sí, el rival podría ser de entidad. Si la Juventus remonta la eliminatoria contra el Lyon (1-0 en la ida), se convertirá en el hipotético rival del City en la siguiente ronda. En la semifinal, que recordamos que es a partido único, el rival podría ser el Barça, el Nápoles, el Bayern de Munich o el Chelsea.