Ilkay Gündogan ha tomado una decisión que ha sacudido los cimientos del FC Barcelona. Ayer el centrocampista alemán voló a Manchester para firmar su regreso al Manchester City después de apenas un año en el Barça. La noticia ha dejado a muchos en shock, ya que Gündogan era visto como una de las piezas clave del proyecto del club catalán. Sin embargo, detrás de esta decisión hay más de lo que parece a simple vista.

En una cena privada con Pep Guardiola, Gündogan confesó estar muy contento de volver a Manchester, donde vivió sus mejores años como futbolista bajo la dirección del técnico catalán. Según fuentes cercanas al entorno del jugador, el alemán le expresó a Guardiola que su año en el Barça, aunque lo valora como una gran experiencia, fue mucho más turbulento de lo que esperaba. Desde su llegada, el mediocampista tuvo que lidiar con una serie de desafíos que pusieron a prueba su paciencia y su compromiso.

Gündogan durante el trofeo Joan Gamper / Foto: Europa Press

Uno de los puntos que más preocupan a Gündogan es la dirección del equipo bajo el mando de Hansi Flick. Aunque Flick es un técnico con un currículum envidiable, Gündogan no está seguro de que sea capaz de sacar lo mejor del equipo azulgrana. El alemán le comentó a Guardiola que, a pesar del talento indiscutible de la plantilla, siente que la gestión del vestuario y la táctica no están alineadas para alcanzar el máximo potencial. Flick, en su opinión, aún no ha logrado imponer su sello en el equipo, lo que podría derivar en una temporada difícil.

Otro aspecto que inquieta a Gündogan es la situación de Pedri. El joven centrocampista canario es una de las grandes promesas del fútbol mundial, pero las constantes lesiones han impedido que brille con regularidad. Gündogan expresó sus dudas sobre si Pedri podrá mantenerse en forma durante toda la temporada, lo que podría dejar al equipo sin una de sus principales fuentes de creatividad en el mediocampo. La dependencia del Barça en un jugador tan propenso a las lesiones es, según Gündogan, un riesgo que el club aún no ha abordado de manera adecuada.

Ilkay Gündogan Pedri González Barça / Foto: EFE

Por último, el alemán recordó un episodio que dejó una huella negativa en su relación con el vestuario. Durante la pasada temporada, tras la eliminación del Barça en la Champions League, Gündogan expresó públicamente su decepción, un comentario que no sentó bien a Ronald Araujo. El central uruguayo se molestó con las palabras del alemán, interpretándolas como una falta de unidad en el equipo. Este desencuentro reveló, a ojos de Gündogan, una mentalidad en el vestuario que no es la ideal para afrontar desafíos de alto nivel.

Con estas preocupaciones en mente, Gündogan decidió que su futuro estaba mejor asegurado en Manchester, donde confía en volver a encontrar la estabilidad y el éxito bajo el mando de Guardiola. Su salida deja un vacío en el Barça, pero también un mensaje claro: el club catalán deberá estar muy atento a los desafíos internos si quiere evitar que esta temporada se convierta en un año complicado.