"Estamos muy decepcionados. Sentíamos que teníamos el control del partido antes de la tarjeta roja. Si es falta, es tarjeta roja. No he visto la repetición y seguramente vosotros lo sabréis mejor. Es difícil de decir, pero en estos momentos cruciales debes estar seguro de que puedes recuperar el balón. Si no consigues la pelota, y no sé si la toca o no, debes dejarlo ir. Prefiero conceder el gol o dejar al delantero con un uno contra uno" fueron las declaraciones de Ilkay Gündogan después de la derrota contra el PSG.
Unas palabras que no sentaron bien al protagonista de la acción de la tarjeta roja, Ronald Araujo, quien replicó al día siguiente. "Prefiero guardarme lo que pienso, hay valores y códigos de vestuario que pienso que hay que cumplir", una respuesta igual de contundente que la del alemán y que deja clara la división que hay en estos momentos en el vestuario del Barça.
Gündogan se cansa del Barça
Por si el conflicto no fuese suficiente, la mujer de Gündogan, Sara, publicó una historia en Instagram en la que apoyaba las palabras de su pareja. "Este hombre es un tipo que trabaja duro, y sus opiniones futbolísticas son sobre mejorar y está dándolo todo por su equipo... Su mentalidad es una mentalidad de triplete", decía en el texto.
Una muestra más del descontento y decepción que vive la familia en su primer año en Barcelona. Después de coronarse ganando el triplete con el Manchester City, el alemán dejó el brazalete de capitán citizen para unirse al proyecto de Xavi Hernández, convencido por las promesas que le hizo el técnico catalán. Tras un solo año y del abandono del catalán a final de temporada, Gündogan no quiere acabar el año de contrato que le queda.
La Premier y Arabia Saudí, atentos
Todo este clima de conflicto y conformismo en la derrota ha empujado a Gündogan a buscar una salida, con Arabia Saudí y la Premier League como principales destinos. Los primeros ya han mostrado su interés por el centrocampista en más de una ocasión, como también lo han hecho por Robert Lewandowski.
Sin embargo, el germano considera que aún puede jugar en la élite, teniendo en cuenta la gran temporada que está haciendo en su estreno como blaugrana. Consciente de que su lugar estaba en el City, no vería con malos ojos volver a estar a las órdenes de Pep Guardiola. Lo mismo piensa el catalán, que esa temporada ha echado de menos a Gündogan, a quien no ha sido capaz de substituir por muchas variantes que haya incluido en el equipo. La eliminación contra el Real Madrid es el mejor ejemplo.