Ilkay Gündogan se ha convertido en el gran protagonista del Barça durante la última semana. Sus duras declaraciones tras la derrota del Paris Saint-Germain, en las que criticaba que el equipo "tenía la eliminatoria en su mano" y que no fue inteligente a la hora de mantener el resultado, tuvo la respuesta casi inmediata de Ronald Araujo, asegurando que "prefiero guardarme lo que pienso, hay valores y códigos de vestuario que pienso que hay que cumplir".
"Por supuesto, a veces hay situaciones en las que hay que aclarar las cosas, pero la intención de cada persona en este club es muy genuina hacia el éxito de este increíble club. Se trata de alcanzar nuestro potencial e intentar ganar tanto como sea posible”, fueron las palabras de Gündogan para ESPN, intentando apagar el fuego que se había generado. "Está solucionado. No hay ningún problema, tampoco lo veía antes, pero se ha hablado y la gente, hablando, se entiende", ha declarado también Xavi Hernández en la rueda de prensa previa al Clásico.
El Atlético pregunta por Gündogan
Toda esta situación no ha pasado desapercibida para los demás clubes europeos, que han visto desde fuera cómo se ha fracturado el vestuario blaugrana. Con la intención de hurgar en la herida culé e intentar aprovechar el malestar del centrocampista alemán para ficharlo, el Atlético de Madrid ya ha tenido una primera toma de contacto con el jugador.
El Cholo Simeone cada vez ha ido abriendo más el abanico de perfiles con el que cuenta para su plantilla. Si el argentino se caracterizaba por practicar un juego defensivo, en los últimos años ha tenido algunos problemas en defensa que le han obligado a ser más ofensivo. Con Koke y Antoine Griezmann como mayores exponentes de este cambio de rumbo, el conjunto colchonero daría un paso adelante con la incorporación de Gündogan.
Joao Félix, una moneda de cambio
En el Atlético son conscientes de que no podrán negociar su traspaso fácilmente. Aunque el jugador puede tener el deseo de salir, el club no tiene ningún motivo para venderlo, teniendo en cuenta que le queda otro año de contrato. Tiempo suficiente para mejorar sus sensaciones y que ambas partes se entiendan antes de buscar una salida.
Por ello, quiere jugar con la desesperación de Joan Laporta, y ofrecer a Joao Félix. Simeone ya ha dejado claro que no quiere saber nada de la vuelta del portugués, por lo que el jugador tendrá que buscarse equipo si no quiere estar un año entero en el banquillo. Ante esta situación, en el Barça podrían aceptar un intercambio entre Félix y Gündogan. Un acuerdo que podría parecer beneficioso para los culés, pero que escondería un regalo envenenado.