La victoria contra el Cádiz tuvo como una de las principales novedades ser el primer partido de toda la temporada en el que no jugó Ilkay Gündogan. En un día de rotaciones antes de la semana decisiva que afronta el Barça, con la vuelta de los cuartos de final contra el Paris Saint-Germain y el Clásico, el alemán vio el partido desde el banquillo.
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Una muestra de la importancia que ha tenido el centrocampista para Xavi Hernández en su primera temporada como blaugrana. Las lesiones de Frenkie de Jong o Pedri tampoco han dado mucho margen al técnico catalán, que se ha visto obligado a alinear siempre al exjugador del Manchester City para tener un faro con el que guiar a su equipo en la medular.
Gündogan, pretendido por Arabia Saudí
La temporada que está haciendo Gündogan no es ninguna sorpresa para los que le conocen. En 2023, Pep Guardiola volvió a firmar un triplete con el germano como capitán. Sus actuaciones fueron claves para guiar al equipo a una Champions League que se le había resistido históricamente. Aunque en Manchester querían renovarle, el jugador prefería cumplir su sueño de jugar en el Barça ante el interés de Joan Laporta.
Pero este sueño podría durar menos de lo esperado. Con 33 años, su llegada no podía ser para muchos años. Por este motivo, firmó un contrato de dos años con la intención de mirar en 2025 si la renovación es beneficiosa para ambas partes. Pero cuando solo lleva un año de blaugrana, Arabia Saudí ya ha enviado a sus agentes a negociar su fichaje. Con su talento y su edad, además de la necesidad de vender por parte del Barça, los saudíes ven viable su fichaje.
Sin intención de salir del Barça
A pesar de la oferta económica que le han hecho llegar desde Arabia, Gündogan no tiene intención de salir del Barça. Aunque ha sido un año complicado para el equipo, el alemán está contento con cómo el equipo ha ido mejorando sus sensaciones. Hasta el punto de estar luchando por clasificarse a semifinales después de cinco años.
El alemán confía en que esta dinámica se puede mantener la próxima temporada, lo que les permitiría, esta vez sí, luchar por todos los títulos. Aunque como blaugrana no está recibiendo las cantidades que podría recibir en Oriente Medio, sí tiene la felicidad de jugar en el club de sus sueños y vivir en una ciudad en la que su familia ya se ha establecido. El club también está encantado con su rendimiento y su liderazgo dentro del vestuario, y no venderá al jugador contra su voluntad, por muchas necesidades económicas que tenga.