En este inicio de temporada tan positivo para el Barça, son pocos los jugadores que han decepcionado a Hans-Dieter Flick. Prácticamente todos han estado a la altura de las exigencias, o incluso se puede decir que las han superado y han sorprendido a todos, como es el caso de Raphinha Dias o de Marc Casadó. Pero también hay piezas que no han podido convencer al entrenador alemán, y que por lo tanto pueden acabar diciendo adiós próximamente.
Y uno de los ejemplos más evidentes de esto era el de Anssumane Fati. Regresó con la intención de ganarse un puesto, después de una cesión poco fructífera por las filas del Brighton & Hove Albion. Comenzó dejando buenas sensaciones en la pretemporada, pero no llegó a disputar ningún amistoso, por culpa de una inoportuna lesión que le dejó KO durante más de un mes. Y ahora que ha regresado, ha sido incapaz de seguir sorprendiendo a ‘Hansi’.
En las sesiones de entrenamiento ha seguido recordando a ese delantero irregular que provocó que Xavi Hernández le apartara de las rotaciones, y no a ese joven talento que irrumpió con fuerza en la élite, y que le llevó a ser considerado como la gran perla de La Masía, y el sucesor natural de Leo Messi. Joan Laporta y Deco, por su parte, tenían claro que el ex del Sevilla nunca más volverá a ser el de antes, y por esa razón quisieron echarlo del Camp Nou.
Flick era el único que todavía tenía esperanzas con el futbolista nacido en el año 2002, y que estaba convencido de que podría recuperar su mejor versión, como ha hecho con Pedri González o Jules Koundé. Pero tan solo ha necesitado de unas pocas semanas para darse cuenta de que se equivocó, y se siente engañado. Así que no se opondrá a la venta del internacional español, que es uno de los primeros candidatos a hacer las maletas, y en el mes de enero.
Ya le han comunicado a Jorge Mendes, el agente de Ansu, que no tiene futuro en la institución, y que debe de iniciar cuanto antes la búsqueda de un nuevo equipo.
Laporta y Deco rebajan el precio de Ansu
Laporta y Deco también esperan perder de vista a Fati, que será otro ejemplo más de ‘juguete roto’, y para facilitar su despedida han decidido rebajar el precio que pedían por él este verano.
Ahora, el Barça se conformará con 25 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a los 30 que solicitaba hasta hace poco.