Una de las imágenes habituales en la previa de los partidos del Barça en casa era la de los jugadores llegando al estadio con vestimentas de lo más variopintas. Jules Koundé, por ejemplo, acostumbraba a entrar en el vestuario a la última moda, con vestimentas estrafalarias que corrían como la pólvora por las redes sociales. Esta situación, que puede parecer anecdótica, no acababa de convencer en algunos estamentos del club, ya que no daba una imagen seria del equipo, sobre todo porque después los resultados no acompañaban.

Es por ello que no ha pasado desapercibido el cambio radical que ha dado la situación, ya que en los 2 partidos que ha disputado hasta la fecha el nuevo Barça de Hansi Flick en el Lluís Companys, todos los jugadores han llegado al estadio vestidos igual, con ropa oficial del Barça, dando una imagen mucho más seria.

Concentración antes de los partidos

Y es que Hansi Flick han decidido variar un protocolo que se impuso en el vestuario del Barça hace ya varias temporadas, la de no concentrarse en la previa de los partidos del equipo como local. Los jugadores llegaban al estadio directamente desde sus casas, lo que permitía que cada uno llegara vestido como quisiera. Flick, sin embargo, considera que las horas previas a un partido son fundamentales, tanto por la concentración de los jugadores, que se centran en el partido mucho antes, como para controlar la alimentación y el descanso.

Es por ello que una de las normas que ha impuesto Hansi Flick es la concentración del equipo en las horas previas. Los jugadores duermen en su casa, un beneficio que el vestuario ya se ganó hace muchas temporadas, pero deben concentrarse el día de partido en un hotel próximo al Spotify Camp Nou. En los partidos que se juegan tarde, el equipo lleva a cabo una suave sesión de activación por la mañana y después el entrenador da a conocer la convocatoria. Acto seguido, toda la expedición se desplaza al hotel, donde todos los jugadores comen juntos, para luego descansar hasta el momento en el que se desplazan al estadio, todos ya vestidos con ropa oficial del Barça.

La fórmula Flick

Hansi Flick no ha tardado en imponer sus dinámicas de trabajo, unas rutinas distintas a las que estaban establecidas, una decisión arriesgada, ya que corría el peligro de recibir la negativa del vestuario, pero que parece que ha funcionado. El alemán se ha mostrado como un entrenador próximo, dialogante, pero al mismo tiempo muy exigente, con las ideas claras. "Cuando jugamos contra el City en pretemporada le pregunté a Flick si estaba contento, me dijo que no, porque solo habían presionado hasta el minuto 70", ha explicado Joan Laporta este martes, un ejemplo perfecto de lo que es Flick.

De hecho, tal y como informa Mundo Deportivo, Flick no dudó este verano en reprimir con dureza a uno de los pesos pesados del vestuario, a la vista de todos, para ganarse el respeto del grupo. Según esta información, un jugador veterano llegó tarde a una de las sesiones dobles que planificó el entrenador alemán, al quedarse dormido. Podía ser un tema anecdótico, pero Flick abroncó al jugador, para mostrar que en su Barça ningún jugador es impune.