A pesar de caer derrotado contra el Bayern, el Barça dejó una buena imagen en el Allianz Arena. Los de Xavi Hernández fueron superiores a los de Nagelsmann en la primera parte y en el tramo final del partido, pero a los bávaros les bastó con una acción de estrategia y un contraataque para llevarse los 3 puntos. Todo ello no significa que no hubiera jugadores que, en una gran plaza como Múnich, dejaran dudas de cara a los próximos partidos importantes.
Y uno de los señalados es Andreas Christensen, titular en el eje defensivo junto a Araujo. El danés estuvo bien en el juego aéreo, pero naufragó a la hora de sacar el balón desde atrás. Hubo un momento del primer tiempo, de hecho, en el que Xavi resituó a Koundé en el eje defensivo, pasando a Araujo al lateral, para que el francés ayudara a Christensen en la salida de balón, pues el marcaje a Busquets estaba siendo muy intenso.
Piqué, a la espera
La gran duda, pues, es si Christensen mejora el rendimiento de Piqué, el otro central de la plantilla con capacidad para sacar el balón limpio desde atrás. El central catalán ha pasado de ser el líder de la defensa al ostracismo, el quinto central. Hasta ahora, con un Barça sólido atrás, no había dudas, jugara Christensen o Eric Garcia, pero el partido contra el Bayern ha reactivado el debate sobre si en estos casos no sería más conveniente que jugara Piqué.
Piqué, que le aseguró a Xavi que trajera el central que trajera él lo haría mejor, está esperando la oportunidad de ganarse un sitio en el equipo. No tiene prisa, pues considera que está por encima y que Xavi Hernández le acabará premiando.
El Bayern quiso a Christensen
Se da la circunstancia de que este verano el Bayern de Múnich quiso a Andreas Christensen. Nagelsmann pidió su fichaje y el conjunto bávaro estuvo en conversaciones con el central danés. Finalmente, Christensen se decantó por la oferta del Barça, según Fabrizio Romano, experto en mercado internacional, porque el contrato del Barça, 6,5 millones de euros por 5 temporadas, era superior al que le puso el Bayern de Múnich encima de la mesa. El siguiente de la lista era Rüdiger, que también se decantó por otra oferta, la del Real Madrid.
Viendo como sus opciones económicas iban cayendo una detrás de otra, el Bayern de Múnich se decantó por el plan B, el fichaje de De Ligt, que quería salir de la Juventus. El conjunto puso encima de la mesa 77 millones de euros, aunque el central no acaba de encajar. Contra el Barça, como De Jong, fue suplente.