En el Barça se respira un ambiente de malestar y de disconformidad después de los últimos resultados obtenidos, y de las sensaciones que han dejado en los recientes partidos. La derrota contra el Real Madrid en el Estadi Olímpic de Montjuic ha abierto una herida que todavía no ha cicatrizado, y desde ese momento no han podido remontar el vuelo. Porque le han seguido una pésima actuación frente a la Real Sociedad, y una nueva derrota ante el Shakhtar Donetsk.
Ahora mismo no da la sensación de que sean un equipo fiable ni mucho menos regular, y así lo reflejan la pésima imagen que han dejado. Hay varios jugadores que han quedado señalados por su paupérrimo rendimiento, entre los cuales se puede destacar a Robert Lewandowski, a Raphinha, a Jules Koundé, a Marcos Alonso o a Oriol Romeu. Pero hasta cuatro piezas de la plantilla empiezan a sospechar que el verdadero culpable es otro.
Y ponen a Xavi Hernández en el punto de mira. Sus planteamientos no son los correctos, y la preparación para los partidos no parece ser la adecuada. Además, en muchas ocasiones peca de ser excesivamente conformista y conservador, y esto explica el por qué cuesta tanto ganar un choque si sufrir, y con una diferencia cómoda de goles. Aparte, como afirmó Ilkay Gündogan, no es lo suficientemente autocrítico, y siempre busca excusas.
La pasada campaña llegó a justificarse con el estado del césped, con el horario, con el sol… y por supuesto, con las lesiones. Y es cierto que en el Camp Nou han vivido una plaga de bajas, algunas de ellas de larga duración y de piezas clave, como Pedri González o Frenkie de Jong, pero eso no puede ser suficiente para explicar la situación actual del club. Tienen una plantilla larga, y repleta de estrellas mundiales, para cubrir este tipo de inconvenientes.
La dura realidad es que se está teniendo mucha paciencia con él, solamente porque es una leyenda del Barça por todo lo que logró en su etapa como jugador. Pero si fuera otro técnico, ya se le estaría discutiendo el puesto.
Xavi, muy lejos de ser el sucesor de Pep Guardiola
Ahora mismo, Xavi está muy lejos de ser el sucesor de Pep Guardiola, que era el sueño de la afición del Barça y de Joan Laporta. Confiaban en que marcara una época, como hizo en su momento el actual mánager del Manchester City, y que recuperara la identidad y la filosofía de la institución.
Pero, prácticamente dos años después de su regreso a casa, los únicos títulos que ha conseguido son una Supercopa de España y una Liga EA Sports.