La marcha de Ousmane Dembélé es una de las más dolorosas que se recuerdan en el Barça durante los últimos años. Para empezar, porque fue totalmente inesperada, ya que todo el mundo daba por hecho que seguiría en el proyecto, donde era una pieza indispensable para Xavi Hernández. Había trasladado que su intención era la de quedarse, y rechazar las ofertas que había recibido, que no eran pocas. Y se estaba negociando su renovación.
Joan Laporta y Deco esperaban llegar a un nuevo acuerdo con ‘El Mosquito’, que ya había ampliado su contrato 12 meses antes, pero incluyó una cláusula de rescisión irrisoria. 50 millones de euros era el precio que marcaba su libertad, y en el Camp Nou solo ingresarían la mitad de esa cifra, ya que el 50% restante era para el futbolista y para su representante, Moussa Sissoko. Y contra todo pronóstico, y sin previo aviso, al final acabó firmando por el Paris Saint-Germain.
Nasser Al-Khelaïfi convenció al campeón del Mundial de Rusia con un salario estratosférico, muy superior al que le podían ofrecer los azulgranas, y garantizándole que sería un fijo para Luis Enrique. El ex del Borussia Dortmund y del Stade Rennais no pudo resistir la tentación de regresar a su país natal, y de convertirse en uno de los cracks mejor pagados de Europa, y fue imposible rechazar esta propuesta. Y esta historia puede repetirse.
Porque otra estrella del Barça puede seguir el ejemplo de Dembélé, y marcharse próximamente por una cantidad ridícula. Hablamos de Ronald Araújo, que no es imprescindible en absoluto, y están dispuestos a estudiar las ofertas que lleguen por el internacional uruguayo. A priori, estaba tasado en 100 ‘kilos’, pero nadie se ha acercado a esa cifra, aunque sí hay varios conjuntos que se han mostrado dispuestos a poner encima de la mesa unos 85 millones.
El problema es que su reciente lesión, que hará que sea baja durante los próximos dos meses, ha provocado que diversas entidades se echen para atrás, y se olviden del central de 25 años de edad.
Araújo puede irse en 2025 por un precio de ganga
Y en el Barça tendrán que encontrar la manera de dar salida a Araújo, o por el contrario, renovar su contrato, pues queda libre en 2026. Esto quiere decir que el siguiente verano, en 2025, será la última oportunidad que tengan para poder obtener ingresos con su traspaso.
Y tendrían que aceptar una venta a un precio moderado, muy lejos de la cifra que pedían hasta hace poco tiempo.