La Selección de Bélgica no atraviesa un buen momento. El próximo jueves se juegan la clasificación para la fase final del Mundial de Qatar contra Croacia, y lo hace mientras se vive un ambiente hostil en el vestuario. El técnico catalán Robert Martínez tiene que lidiar con un equipo casi ingobernable.
Cabe decir que la cosa ya viene de lejos. Hace años que Thibaut Courtois y Kevin de Bruyne no se hablan. Mientras que la relación entre Michy Batshuayi y Romelu Lukaku también deja mucho que desear. Y del mismo modo, Eden Hazard y Leandro Trossard tampoco se dirigen la palabra.
Bélgica pende de un hilo
Un panorama al que no ha ayudado en absoluto el cruce de declaraciones que se han producido tras la derrota de los belgas ante Marruecos (0-2) del pasado domingo. Un resultado que les deja terceros en la clasificación con tres puntos , por detrás de Croacia y Marruecos, con cuatro puntos cada una, y por encima de una Canadá que sigue sin puntuar y ya está eliminada.
La guerra estalló cuando De Bruyne criticó a la línea defensiva, señalando que llegaban con un equipo “demasiado viejo” y que le faltaban “defensas centrales más rápidos”. Unas palabras que no gustaron nada a Vertonghen, que rápidamente reaccionó al ataque del centrocampista del Manchester City: “Supongo que atacamos mal porque también somos demasiado viejos delante”.
Guerra civil en el vestuario de Robert Martínez
Un cruce de declaraciones que también llegó al vestuario, donde varios jugadores se han enfrentado, entre los que se encontraba Hazard. El belga está siendo muy cuestionado por su rendimiento y en el vestuario también ha sido señalado. Algunos medios afirman que incluso casi llegan a las manos, de no ser por la intervención de Lukaku. Así lo asegura el medio belga RTL.
Como decíamos al inicio, este mal ambiente viene de lejos. Robert Martínez no ha sabido frenar una tormenta que lleva tiempo fraguándose y que puede pasar una cara factura al combinado belga y a sus resultados en el presente Mundial. Es la selección que peor lo tiene en el grupo F y están obligados a ganar si no quieren irse a casa antes de tiempo.