Regalo en forma de partido de tenis el que Rafa Nadal y Felix Auger-Aliassime han regalado en la pista Philippe Chatrier, la central de Roland Garros y que ha acabado como casi siempre. El manacorense ha vuelto a tirar de su grandeza infinita en la tierra batida parisina y ha vencido al canadiense en cinco larguísimos sets, y más de cuatro horas de partido (3-6, 6-3, 6-2, 3-6, 6-3).
Auger-Aliassime golpea primero pero Nadal reacciona
El partido no ha empezado bien para Nadal, con un Auger-Aliassime demostrando que pese a tener 21 años es ya un jugador muy maduro y capaz de ganarle a cualquiera. Un 5-1 inicial, pese a la tímida de reacción del balear con break incluído, le han valido al canadiense para apuntarse el primer set.
Pero Nadal, a sus 35 años, ha vivido cientos de situaciones así, y mucho peores, y ha vuelto a salir a flote. En el segundo set no ha cedido ningún juego al servicio, y rompiendo una vez el de su rival, ha puesto de nuevo la igualdad en el partido. Y en el tercero, más de lo mismo. Tampoco ha dejado escapar ningún break, pero no solo ha ganado el servicio del canadiense una vez, sino que lo ha hecho en dos ocasiones, para ponerse 2-1.
Nadal-Djokovic en cuartos de final
Pero delante no tenía a un cualquiera. Felix Auger-Aliassime es el número 9, y no por casualidad, y tirando de carácter y de muy buen tenis, ha conseguido llevarse el cuarto para dejarlo todo por decidir en el quinto y definitivo. Entonces, cuando se forjan las leyendas, Nadal ha querido añadirle una línea más a su extensísima lista de exhibiciones y hazañas en las pistas parisinas.
Ambos mantenían su saque con más o menos apuro, y con 4-3 a favor del español, con el canadiense al saque, se ha dinamitado todo. Un juego increíble de Nadal, con varios puntazos para enmarcar, ha puesto el 5-3 y tras mantener su saque con maestría ha levantado sus brazos, celebrando la victoria y su pase a los cuartos de final, donde ya le espera Novak Djokovic.
Alcaraz pasa por encima de Khachanov
Quien tampoco ha fallado ha sido el joven Carlos Alcaraz, gran esperanza del tenis estatal e incluso de Roland Garros, que ya le recibe como un ídolo siempre que juega. Al murciano le bastó con poco más de dos horas para deshacerse del ruso Karen Khachanov, que fue un juguete en manos del número 6 del mundo, que ganó con un claro 6-1, 6-4, 6 -4.
Con 27 minutos se sacó de encima el primer set, que encarriló rápido ganando los cinco primeros juegos del partido con una superioridad insultante. En la segunda manga, con una rotura de saque cuando iban 3-3 y manteniendo el suyo, Alcaraz se ha puesto a un paso de ganar el partido, y lo ha hecho.
Aunque Khachanov ha dado guerra en el último período, ganando por primera y única vez un break, Alcaraz no se ha dejado sorprender y ha puesto la directa para asegurarse un billete entre los ocho mejores, donde se verá las caras con Alexander Zverev, verdugo de un Bernabé Zapata que ha cerrado una historia de ensueño en esta edición de Roland Garros.
Bernabé Zapata no puede con Zverev
La gran sorpresa de este torneo tras meterse entre los 16 mejores tras llegar desde la fase previa, no ha podido alargar su sueño y ha caído contra el alemán Zverev, tercer cabeza de serie del torneo. Lo ha hecho por la vía rápida, en tres sets, pero luchando y mucho cada una de las mangas.
El número 131 del ránking ha llevado al número 3 al tie break en el primer set, i pese a tener alguna bola de set, el alemán se lo ha llevado con un 13-11 agónico. Pese al duro golpe recibido, Zapata no ha bajado los brazos y también ha peleado y mucho el segundo set, y se ha llegado a poner 4-2 a su favor, pero Zverev ha reaccionado y se lo ha acabado llevando por 7-5. Y en el tercer y último set, más alternativas todavía.
Cuatro breaks seguidos, y muchos nervios, pero el alemán ha clavado la daga final al valenciano poniéndose 5-3 y manteniendo su saque en el juego final para avanzar a cuartos de final, donde se verá las caras con Alcaraz. Y a su vez, el vencedor de ese partido se cruzaría en semifinales con el ganador del duelo que todo el mundo está esperando, el Djokovic-Nadal.
Imagen principal: Rafa Nadal celebra uno de los puntos del partido / EFE