Carlos Alcaraz ya conoce su camino hacia la conquista de su segundo US Open, el cuarto y último Grand Slam de la temporada que se disputará en Nueva York del 26 de agosto al 9 de septiembre. Y se podría resumir de la siguiente manera: un inicio tranquilo y un final terrorífico. Porque mientras que su primer partido será contra un rival que accederá a través de la ronda previa, en semifinales se enfrentaría a Jannik Sinner, actual número 1 del mundo, o Daniil Medvedev; mientras que en la gran final esperaría Novak Djokovic, su verdugo en la final de los pasados Juegos Olímpicos de París.
Un camino cargado de trampas para Carlos Alcaraz
Sin duda, se trata de un sorteo poco favorable para Carlos Alcaraz. La suerte no ha sido de su lado esta vez. Y es que antes de llegar a las mencionadas semifinales, el tenista murciano podría enfrentarse antes a otros rivales también muy complicados. El primero de ellos, podría llegar ya en segunda ronda, instancia en que podría tener que medirse a Dennis Shapovalov, un jugador que no se encuentra en su mejor momento, pero que en una pista rápida como la del Estadio Arthur Ashe siempre puede presentar dificultades.
Si consiguiera superar al canadiense, se vería las caras con otro joven zurdo: Jack Draper. A partir de aquí, sus rivales serían Sebastian Korda en octavos, Hubert Hurkacz o Alex De Miñaur en cuartos, Sinner en semifinales y Djokovic en la final. Estos dos últimos partidos estarían cargados morbo. El italiano llega al cuarto Grand Slam del año en el foco por su reciente caso de dopaje, de lo que ha sido absuelto generado mucha polémica, y un partido contra Alcaraz estaría marcado por la tensión. En cambio, la final contra Djokovic sería la última oportunidad que tendría el número 3 del mundo de reponerse de la reciente derrota sufrida en París.
Una reaparición polémica en Cincinnati antes del US Open
Después de colgarse la medalla de plata durante los anteriores Juegos Olímpicos, Carlos Alcaraz reapareció en los terrenos de juego la semana pasada en el Masters 1.000 de Cincinnati, donde no pudo superar Gaël Monfils en primera ronda y donde protagonizó una imagen insólita. Por primera vez en su carrera, el murciano destrozó su raqueta, mostrando una impotencia que se reflejó en el resultado final del partido.
"No me pude controlar, pido perdón y trabajaré para que no vuelva a pasar", explicó Alcaraz después del partido. Es evidente que las sensaciones del murciano antes de este US Open no son las mejores, pero a pesar de todo seguirá siendo uno de los grandes favoritos para levantar el último Major de la temporada.