En Durban, ahora hace 12 años, 2 meses y 4 días, España se hacía un hueco por primera vez en su historia en la final de un Mundial, en aquel caso, masculino. Un imborrable cabezazo de Carles Puyol metía a la expedición de Vicente del Bosque en la final de Johannesburgo en la que, días después, Andrés Iniesta bordaba la primera estrella en el pecho del combinado español.

Este martes, la selección española femenina ha pedido paso para esta vez ser ellas quienes se clasifiquen por primera ocasión en la final de una Copa del Mundo en su versión femenina. Y en esta ocasión, como en la histórica hazaña de 2010, ha vuelto a ser la huella Barça la que le ha dado alas a España para alcanzar la gran final de Sydney.

Futbolistas de la selección española, celebrando el gol definitivo ante|delante de Suecia / Foto: @SeFutbolFem

El Barça, indispensable para el triunfo español

Hace más de una década, fue el eterno capitán culé quien metió a España en la final. En aquel equipo, en el once inicial figuraban hasta 6 futbolistas del FC Barcelona, con Gerard Piqué, Carles Puyol, Sergio Busquets, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Pedro Rodríguez. Hoy, que España llega a una final de Mundial de nuevo, eran 7 las futbolistas del Barça titulares en el equipo que presentaba Jorge Vilda, con Cata Coll, Laia Codina, Irene Paredes, Ona Batlle, Aitana Bonmatí, Alexia Putellas y Mariona Caldentey.

Con todo, la gran protagonista del partido y la que se ha acabado ganando el galardón a la MVP ha sido Salma Paralluelo. La joven futbolista zaragozana, como en el partido de cuartos de final ante Países Bajos, se ha puesto la capa de heroína tan solo entrar desde el banquillo y ha marcado el primer gol del partido con un gran golpeo con pierna derecha.

Salma Paralluelo, celebrando el primer gol de la selección española contra Suecia / Foto: @SeFutbolFem

Suecia empataría pocos instantes más tarde, pero Olga Carmona, con la colaboración de la portera sueca Musovic y su desacertada intervención, ha marcado el gol definitivo de la remontada española, escribiendo una nueva línea en la historia de una selección que ya era la primera vez que llegaba a las semifinales de un Mundial.

Fridolina Rolfö y Aitana Bonmatí, la imagen del partido

De las blaugrana que hoy han pisado el césped del Eden Park de Auckland, solo una no estará en la gran final del próximo domingo en Sídney. El fútbol le ha deparado a Fridolina Rolfö la cruz de la moneda, pero la sueca se ha convertido en la viva imagen de la deportividad y el compañerismo cuando ha trascendido la fotografía con su compañera de equipo, Aitana Bonmatí. Sin duda, una escena para enseñar a las nuevas generaciones.