Iker Casillas, ya retirado del fútbol después de sufrir de un problema cardiaco hace unos años, está siendo uno más de los centenares de voluntarios que se han sumado a las tareas de extinción del incendio declarado el sábado pasado entre los municipios abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora, en las sierras de Gredos. Considerado el peor incendio del año en España, actualmente se encuentra estabilizado, pero los voluntarios todavía están haciendo trabajo para que no reavive el fuego.
Casillas, voluntario para apagar el incendio de Navalacruz
Precisamente, Navalacruz era conocido por ser la localidad de procedencia de la familia del exportero del Real Madrid, del Oporto y de la selección española, donde también tienen una casa. Por este motivo, Casillas está tan implicado en los últimos días para ayudar a controlar el incendio.
En las últimas horas, Casillas ha colgado en sus redes sociales varias fotografías y vídeos del incendio: "Con dureza ante las llamas, sin ningún miedo de ayudar y colaborar con la gente. Enormes aquellos que más sabían y que han guiado a los que no teníamos ni idea de coger un azadón".
Casillas ha querido subrayar el "buena gente" que son los "amigos" de Navalacruz y ha indicado: "Por estas cosas son las que se siente uno orgulloso de que nos conozcan. Aunque siendo humildes, os digo que hubiéramos preferido estar en segundo plano, y que esto no hubiera sucedido jamás".
Además, en otro momento también enseña los trabajos que realizan haciendo cortafuegos los voluntarios que, como él, se han sumado a las tareas de extinción del incendio, que ahora mismo está estabilizado y que ha sido considerado el cuarto peor de la historia de España.
El Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus, que proporciona información geoespacial puntual y precisa y que pertenece al programa de observación de la tierra de la Unión Europea, contabiliza en 22.723 hectáreas arrasadas en el incendio forestal con un nivel 2 de peligrosidad en una escala de 0 a 3 —de menos a más intensidad— pero sin peligro para la población.
Hasta el momento, la Junta de Castilla y León ha asegurado que son al menos 12.000 hectáreas quemadas y que, con esta cifra, es el más extenso en los últimos 40 años en Castilla y León.