Imane Khelif es la nueva campeona olímpica. La boxeadora argelina ha derrotado a la china Liu Yang de manera unánime en la final de la categoría de 66 kg femenina. El combate ha sido dominado en todo momento por Khelif, que ha merecido la victoria desde el inicio. A sus 25 años, consigue su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos y la segunda para su país en esta edición.
La celebración ha sido tal como se esperaba, llena de alegría y éxtasis. Tristemente, sin embargo, este no ha sido el único sentimiento presente. La rabia por toda la polémica que ha girado en torno a su género durante toda la competición ha aportado un regusto agridulce a su participación. A pesar de todo, Khelif ha conseguido su objetivo y se marcha casa como campeona olímpica.
El combate, victoria por unanimidad
La pista Philippe Chatrier ha sido la encargada de acoger la cita. Con un aspecto muy diferente del que nos tiene acostumbrados, con un ring de boxeo donde normalmente vemos una pista de tenis, la grada no ha decepcionado. La multitud de banderas de Argelia y China abrazaban a las dos finalistas, que han empezado el combate con tranquilidad, estudiando los movimientos de la rival. Khelif, más defensiva que en las rondas anteriores, se ha llevado el primer asalto sin muchos problemas (10-9).
En el segundo round, la argelina no ha querido jugársela. Ha pasado al ataque para cerrar el combate por la vía rápida y evitar sorpresas en el tercero y definitivo. 10-9 en los dos asaltos y victoria por unanimidad. Yang no ha tenido ninguna opción y se ha marchado de París con una plata muy luchada. Con esta victoria, Khelif se ha convertido en la segunda medallista de boxeo de su país, después de Hocine Soltani en Atlanta 1996. Al terminar el combate, la boxeadora ha entrado en estado de euforia: "Estoy muy feliz. Dios ha hecho que eso pasara. ¡Es mi sueño!", decía mientras ondeaba la bandera de su país.
Una medalla con regusto de polémica
Esta victoria tiene todavía más significado viendo cómo empezó su camino en París 2024. Cuando su rival, la italiana Angela Carini, abandonó los 46 segundos de combate alegando que "nunca había sido golpeada tan fuerte", se originó una polémica que se extendió hasta rincones insospechados. La controversia con respecto al género de Khelif y todo el colectivo transexual que participa en el mundo del deporte desembocó en una campaña de ultraderecha en contra de la atleta y miles de comentarios intentando desacreditarla.
A pesar de las acusaciones de personalidades como el mismo Donald Trump y la decisión de la Asociación Internacional de Boxeo de otorgar un premio de 50.000 euros a Angela Carini, el COI se mantuvo firme en su posición. Defendió Khelif y permitió que su participación en los Juegos continuara. De esta manera, la argelina se marcha casa con el título de campeona olímpica.