El Milan es un auténtico polvorín. El conjunto rossonero está viviendo una temporada para olvidar, con malos resultados y problemas internos que no auguran nada bueno. Y un ejemplo claro se ha vivido este domingo, justo después de su partido contra el Parma. El Milan iba perdiendo, por 1-2, y se ha ido con todo al ataque. En el minuto 88, Pavlovic ha empatado, pero el gol ha sido anulado. En el 92', Reijnders ha logrado el 2-2 y en el 95' Chukwueze ha marcado el 3-2, para llevar San Siro al éxtasis.

Justo después, el árbitro ha pitado el final y entre las imágenes de euforia propias de estos partidos ha resaltado una secuencia insólita, la de Sergio Conceiçao, entrenador del Milan desde hace 3 semanas, discutiendo airadamente con Davide Calabria, capitán del equipo, hasta el punto de que ambos deben ser separados para evitar que lleguen a las manos.

Una temporada para olvidar

La imagen no deja de ser otro ejemplo más de que las aguas bajan muy turbias este año por San Siro, donde los problemas se van acumulando. Los malos resultados llevaron a la entidad a despedir a Paulo Fonseca, que fue sustituido por Conceiçao. El equipo ha mostrado una ligera mejora y ha ganado la Supercopa de Italia, pero el juego no es nada bueno, con el único objetivo de luchar por lograr una plaza para la próxima Champions League.

El equipo está a 19 puntos del líder, el Nápoles, y tiene la Champions a 5 puntos. Con el Nápoles, el Inter y el Atalanta ya inalcanzables, la lucha por la cuarta posición será titánica, con la Lazio, la Juventus, el Bolonia, la Fiorentina y el Milan como aspirantes. Los rossoneri, pues, tienen motivos para estar preocupados.

Conceiçao: "Si tengo un hijo que se porta mal, se lo digo"

Después del partido, Conceiçao ha intentado quitarle hierro al asunto. “Veo los partidos y los escucho con mucha pasión. Había un poco más de adrenalina. Hubo una situación de juego de la que hablé con Calabria y hubo algunas palabras de más, en mi opinión. Para mí, todos los futbolistas son importantes, como una familia. Si tengo un hijo que se porta mal, se lo digo”, ha afirmado el entrenador portugués.

“Y aquí es lo mismo. No hay hipocresía: nos decimos cosas como hombres. Es cierto que no fue agradable, pero eso es normal en el fútbol, ​​no estamos en la iglesia. Hemos dejado las cosas claras. Perdón por el retraso, pero ya estaba planeando el trabajo de mañana”, ha añadido. Próximo partido del Milan en la Serie A, el derbi contra el Inter de Milán. Los decibelios no parecen que vayan a bajar.