Retorno aguado de Leo Messi con Argentina (1-1). Después de casi tres meses, el cracl de Rosario volvía a vestirse con la camiseta albiceleste con el objetivo de sumar una nueva victoria, válida para las eliminatorias sudamericanas de cara al Mundial 2026. Sin embargo, sus planes han acabado siendo una quimera. Y es que delante tenía una selección de Venezuela que disfrutaría de un aliado decisivo: un diluvio que ha embalsado por completo el Estadio Monumental de Maturín, propiciando un partido lento, que ha perjudicado claramente a los actuales campeones del mundo. Ante este contexto, los hombres de Scaloni no han estado cómodos en ningún momento, y han acabado cediendo un empate.
Salomón Rondón iguala un partido pasado por agua
De hecho, el duelo ha empezado con 30 minutos de retraso a causa del diluvio. Y cuando ha iniciado, lo ha hecho con muchas dudas. El terreno de juego estaba encharcado, la pelota no podía rodar y los jugadores eran materialmente incapaces de trenzar ninguna jugada. En pocos minutos, el partido se había convertido en una batalla con más faltas que fútbol. Así y todo, el equipo que ha empezado mandando en el marcador ha sido el argentino, a través de un gol de Otamendi después de recoger dentro del área un defectuoso rechaze de la defensa venezolana.
La recompensa para Argentina era mayúscula. Encontrar un gol con estas circunstancias meteorológicas era un tesoro preciado que tenían que salvaguardar como fuera. Hasta el minuto 65, el plan del conjunto dirigido por Lionel Scaloni ha sido inmaculado, pero un Salomón Rondón que en un partido de estas características, con mucho juego directo, se encuentra en su hábitat natural, ha roto los esquemas argentinos con un gran cabezazo que serviría para cerrar el duelo con un empate que, sin embargo, no altera la primera posición de la selección argentina.
La indignación de Leo Messi: "No podíamos dar dos pases seguidas"
Después del partido, Leo Messi ha querido tomar la palabra para denunciar el estado del terreno de juego. "No podíamos dar dos pasos seguidos. No se podía jugar atrás: el agua la paraba. Por eso hicimos el partido que teníamos que hacer, por el terreno de juego", explica el capitán de la selección campeona del mundo.
"Empatamos porque el campo no ayudó a cumplir lo que queríamos. Tuvimos que hacer alguna cosa diferente de lo que habíamos preparado", sentencia un Leo Messi que el próximo martes tendrá la oportunidad de olvidar esta conmoción con partido en casa contra Bolivia.