El VAR no solo es una tecnología que sirve para que en muchas acciones el colegiado pueda salir indemne de errores humanos, sino que también es  una gran herramienta para que los atropellos arbitrales queden mucho más en evidencia, al descubierto, a pesar de que a los protagonistas parece importarle poco. Y un claro ejemplo se ha vivido este miércoles, en el Real Madrid-Celta, con Munuera Montero como colegiado arbitral y Hernández Hernández, un habitual en lo que a polémicas se refiere, en la sala VOR. Porque una vez aquellas coletillas de "el árbitro debe decidir en décimas de segundo", "no tiene buena visibilidad" o "los árbitros son humanos" ya no sirven, al existir el VAR, justificar lo injustificable se convierte en una tarea de pura propaganda.

El VAR ignora 2 penaltis muy claros a favor del Celta

Y es que nadie comprende todavía por qué Hernández Hernández no avisó a Munuera Montero para informarle de que antes del 1-0 de Mbappé se había producido un clarísimo penalti de Lunin sobre Swedberg. Y no solo eso, ya que antes del penalti hay una falta clamorosa de Rüdiger en la frontal del área, por lo que, si en una locura transitoria Hernández Hernández considera que el claro penalti no lo es, debe retroceder e indicar la falta. Todo ello llega solo 24 horas después de que a Lamine Yamal se le anulara un gol por un fuera de juego previo con muchos segundos de antelación, la demostración de que el reglamento varía dependiendo cuáles sean los equipos o los árbitros.

Para rizar el rizo, en la prórroga, con 2-2 en el marcador, se produce otra acción polémica. Rüdiger tapona con el brazo un disparo del Celta que va entre palos. Es penalti y el VAR se toma un rato para estudiar la jugada. Hernández Hernández vuelve a entrar en acción y Martínez Munuera, ahora sí, indica un fuera de juego previo de Bamba que, para redondear el atropello, es inexistente. "El Celta lleva al límite al Madrid, pero contra 12 no puede", titula el Faro de Vigo en su crónica. "Contra viento y marea", escribían en X en la cuenta del Celta. "No entiendo cómo funciona el VAR", afirmó Claudio Giráldez, entrenador del Celta, que se tuvo que morder la lengua, consciente de que no tenía nada que ganar.

Hernández Hernández, el árbitro de VAR del vergonzoso Real Madrid-Almería

El Celta llevó la eliminatoria a la prórroga, donde cayó goleado, un 5-2 que tapa el escándalo arbitral. El nombre del momento es Endrick y no Hernández Hernández, el mismo árbitro que la temporada pasada perpetró uno de los escándalos arbitrales más bestias desde que se emplea el VAR, aquel deleznable Real Madrid-Almería en el que parecía que el colegiado canario jugaba a indicar lo contrario a lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego.

El Real Madrid ya está en los cuartos de final de la Copa del Rey y Carlo Ancelotti ha salvado los muebles. Hernández Hernández, como siempre, sale indemne y volverá a las salas VOR. La vida sigue igual, siempre sale el 36, sin VAR o con VAR.