La favorita, Inglaterra, contra la gran revelación, Dinamarca. Este es el apasionante partido que decidirá la segunda plaza para la final de la Eurocopa 2020. El duelo se disputará este miércoles en Wembley (21h, Telecinco) después de la eliminación de España en la tanda de penaltis contra Italia.
Sobre el papel teórico, un duelo desigualado y de claro color inglés. A la práctica, un envite de pronóstico incierto, pues la historia del fútbol ha demostrado en mil y una ocasiones que la fe puede mover montañas, aparte que la Dinamita Roja llega a Londres con argumentos sólidos como para soñar con disputar la segunda final de su historia. En la otra, la de 1992, los daneses se impusieron a la todopoderosa Alemania por 2-0, y tras dejar fuera a los Países Bajos de Van Basten, Gullit, Rijkaard y Koeman en las semifinales.
El rodillo inglés busca su primera final
Sorpresas aparte, el favoritismo recae por obviedades sobre la camiseta de Inglaterra, que aunque parezca mentira nunca ha sido capaz de superar unas semifinales de una Eurocopa. Las únicas que disputó, en 1996, acabaron en tragedia, pues los Three Lions cayeron ante Alemania, y precisamente en Wembley.
Después de dejar una muy buena imagen en el Mundial de Rusia, en el que cayó en las semifinales ante Croacia, el equipo de Southgate ha dado un giro hacia la solidez defensiva, como demuestra el hecho de que todavía no haya encajado un solo gol en la competición. Ello se ha traducido en un juego más tedioso, aunque las individualidades, sean de Sterling, Foden, Mount o Grealish le han servido para ir pasando rondas. La gran duda era el nivel de Harry Kane, negado en la fase de grupos, pero que tras marcar contra Alemania en los octavos se acabó de desatar en los cuartos, ante Ucrania, haciendo encajar todas las piezas para desatar la euforia.
Con Sterling y Kane como fijos arriba, la gran duda es ver por qué dos jugadores más apostará Southgate en la zona ofensiva, pues ha ido rotando entre Mount, Saka, Foden, Grealish y Sancho. Y es que el elenco de estrellas con el que cuenta el entrenador es realmente espectacular.
La 'Dinamita Roja': alegre y sin complejos
Enfrente de Inglaterra estará la alegre y atrevida Dinamarca de Kasper Hjulmand. Aunque es cierto que en la previa del torneo los daneses partían como una de las posibles revelaciones, las esperanzas parecieron caer en saco roto tras el enorme susto vivido con Eriksen. Dinamarca, visiblemente afectada, perdió contra Finlandia y Bélgica, quedándose al borde de la eliminación, además de sufrir, obviamente, la baja de su gran estrella para el resto de la competición.
Dinamarca, sin embargo, cambió el chip contra Rusia, a la que goleó por 1-4, obteniendo así un inesperado billete para los octavos de final. Y ahí fue donde se desató la Dinamita Roja, que arrolló a Gales por 0-4. Los de Hjulmand, además, tuvieron la suerte, entre comillas, de que la República Checa les aligeró el camino al eliminar a los Países Bajos. Porque Dinamarca no falló ante Chequia para plantarse en las semifinales.
Sin Eriksen, el liderazgo del equipo lo han asumido jugadores como Maehle, un puñal por la izquierda, Delaney o Damsgaard. Ni siquiera le afectó la baja de Poulsen, pues Dollberg asumió el papel de delantero goleador sin problemas.
La lógica apunta a que Inglaterra disputará su primera final de una Eurocopa. El problema para los de Southgate es que el fútbol no entiende de lógicas, y menos cuando enfrente hay un equipo sin miedo a perder.