Íñigo López, actual futbolista del Deportivo y ex del Huesca, fue detenido en el marco de la trama Oikos, de partidos amañados, y pasó una noche en el calabozo. Después de salir bajo fianza y estar inmerso en los play-offs de ascenso a Primera División, ha confesado en una entrevista en El Mundo episodios de partidos amañados y confirmando que es una práctica muy extendida en el fútbol.
Actualmente la policía lo acusa de ser uno de los intermediarios de la trama de partidos amañados con apuestas, que tiene en el centro de todas las miradas al Huesca, equipo con el cual jugó hasta la temporada pasada. Y sobre los pactos previos a los partidos, no tiene problema en reconocerlos: "El que siempre ha existido en el fútbol. En los últimos partidos se suele mirar el calendario y se habla, porque se conoce a la gente. No es que nos reunamos o se quede en un sitio. Simplemente se dice: 'Oye, no nos fastidiemos, para el que necesite los puntos'".
Una práctica que él mismo vivió la temporada pasada en el partido Huesca-Nàstic. Los aragoneses ya estaban ascendidos a Primera División y los catalanes necesitaban los puntos para no descender: "Yo no estuve convocado, como tampoco en el segundo, pero se sabía en el vestuario. Me constaba que hubo un contacto y se recalcó no hacer tonterías. Punto". López confiesa que simplemente "bajaron la intensidad" y "no se sale a matar".
El actual futbolista del Deportivo también dice que él hace apuestas, pero "nunca a equipos de mi categoría". Pone dinero, por ejemplo, en partidos de Champions.
Acusado de intermediario en la trama Oikos
Sobre su acusación como intermediario en la trama Oikos, López se reafirma en su postura de no culpabilidad: "Me llama Carlos Aranda, que fue compañero mío. Jugamos seis meses en un equipo y teníamos algo de relación. Me pide que le pida al Huesca un dinero que le debe, 100.000 euros. Hablo con Agustín. A partir de ahí, está un tiempo preguntándome por whatsapp, hasta que se dirige directamente al presidente". Y añade que "el presidente me dice que le diga que esté tranquilo, que ya le pagará, y a partir de ahí me olvido".
También afirma que no sabe nada del presunto partido amañado entre el Valladolid y el Valencia. Y que no sabe nada de los negocios de Carlos Aranda con las drogas. Y finalmente dice que una de las cosas que le parecen bien es que le paguen desde otros equipos por ganar, no por dejarse perder.