El fútbol no da respiro y las jerarquías cambian rápido. Lo que parecía impensado hace apenas unos meses en el vestuario del FC Barcelona se ha convertido en una realidad palpable: Iñigo Martínez se ha consolidado como titular indiscutible y ha desplazado a Ronald Araujo al banquillo. Un movimiento que, sin duda, tiene consecuencias importantes en el presente y futuro del club.

El técnico azulgrana, Hansi Flick, no se ha guardado elogios hacia el central vasco. “Es una pieza clave. Es un ejemplo, un líder”, declaró en la última rueda de prensa, dejando claro que Iñigo Martínez es intocable en sus esquemas. Su gran rendimiento, su liderazgo y su capacidad para ordenar la zaga han hecho que el ex del Athletic Club forme una dupla de garantías con Pau Cubarsí, el joven canterano que ha irrumpido con una madurez sorprendente.

Araujo, en una encrucijada

Con este nuevo escenario, Ronald Araujo ha visto reducido su protagonismo. Aunque sigue siendo uno de los jugadores más queridos por la afición culé, lo cierto es que ha sido suplente en varios encuentros de alto nivel y su papel ha quedado relegado a una rotación secundaria. Flick prioriza la salida de balón limpia, el posicionamiento táctico y la compenetración entre líneas, y ahí la pareja Iñigo–Cubarsí le ha dado más garantías.

Ronald Araujo i Lewandowski, decebuts durant el Barça - Betis / Foto: EFE
Ronald Araujo i Lewandowski, decebuts durant el Barça - Betis / Foto: EFE

La situación no ha pasado desapercibida para los grandes clubes europeos. Desde la Premier League hasta el Bayern de Múnich, varios gigantes se han interesado en Araujo, que sigue siendo considerado uno de los centrales más potentes físicamente del continente. A sus 26 años, el uruguayo está en el punto exacto de madurez deportiva y, aunque siempre ha manifestado su deseo de triunfar en el Barça, su falta de minutos podría empujarle a valorar una salida.

Deco ya mueve ficha

En los despachos, Deco es plenamente consciente del valor de Araujo en el mercado. El director deportivo blaugrana considera que, si finalmente el jugador decide dar el paso, su venta puede convertirse en una de las más lucrativas de la historia reciente del club. El objetivo sería no aceptar menos de 70 millones de euros, y ya hay conversaciones informales con clubes dispuestos a llegar a esas cifras.

El Barcelona necesita liquidez y margen de maniobra para poder operar con libertad en el mercado. Araujo, aunque no sea una pieza que el club quiera perder, podría ser el “sacrificio” que permita reforzar otras posiciones clave. Además, la irrupción de Cubarsí y el alto nivel de Iñigo Martínez —sumado al liderazgo de Koundé, que también puede actuar como central— ofrecen a Flick varias opciones de nivel para mantener una defensa sólida.

Iñigo Martínez Barça / Foto: EFE
Iñigo Martínez Barça / Foto: EFE

Decisión en el horizonte

El futuro de Araujo se resolverá en las próximas semanas. Todo dependerá de su rol en el tramo final de temporada, del rendimiento colectivo y, sobre todo, de las ofertas que lleguen a la mesa del club. Por ahora, Flick no parece tener intención de alterar su fórmula defensiva, y el uruguayo se encuentra en una situación incómoda, pero profesional, esperando su oportunidad.

Lo que sí está claro es que Iñigo Martínez ha cambiado el guion. Ha pasado de ser un refuerzo de rotación a ser el “jefe” de la zaga. Y con él al mando, el Barça no solo ha ganado solidez, sino que se ha reabierto un escenario de mercado inesperado con Araujo como posible protagonista de una venta récord.