Ya hace unos partidos que encadena actuaciones grises con el Real Madrid. Ahora ya se habla de que se encuentra inmerso en una mala dinámica. Se trata de Toni Kroos, que volvió a estar por debajo de su nivel habitual en la derrota de los blancos contra el Athletic Club de Bilbao en la Copa del Rey. No pudo presumir de sus porcentajes de acierto en el pase a los que acostumbra a llegar y fue un espectador más de las semifinales coperas en el estadio de San Mamés.

La prensa no le ha perdonado. Si Luka Modric se encuentra en un momento de forma espléndido, el alemán todo lo contrario. Tanto Carlos Casemiro, como el croata, como el propio Kroos son imprescindibles para Carlo Ancelotti. Los tres son un pilar dentro del equipo y los tres desarrollan su juego de manera diferente. Casemiro destaca por su trabajo defensivo y otorga el equilibrio necesario en el centro del campo, pero no asume mucho riesgo con balón. Modric es un jugador muy dinámico, pero suele actuar entre líneas y adopta un papel más ofensivo. Kroos es el de la batuta, quien dirige el juego.

Toni Kroos, cabizbajo / Europa Press

A falta de Benzema, Kroos era más necesario que nunca

Con Karim Benzema fuera de combate, los merengues necesitaban más que nunca que el juego fluyera y el balón viajara a alta velocidad. Toni Kroos suele ser quien mejor distribuye el juego en el Madrid, pero frente al Athletic, volvió a estar muy discreto. Impotente, fue amonestado en el minuto 24 y acabó siendo sustituido en el 76, dando entrada a Eduardo Camavinga.

El joven francés da que pensar. Tan solo tiene 19 años, el ritmo competitivo lo tiene adquirido de sobra y calidad tampoco le falta. Como Camavinga, Fede Valverde es un estilo de ida y vuelta, y en muchas ocasiones, sus grandes papeles al entrar en el campo desde el banquillo piden la titularidad.

Eduardo Camavinga, durante un partido de Copa del Rey / Europa Press

Kroos podría ser un mal menor

Casemiro es insustituible, pero en las altas esferas del Santiago Bernabéu se empieza a pensar que Kroos podría ser un mal menor. Tiene contrato hasta verano de 2023 y Florentino Pérez sabe que su renovación es uno de los próximos deberes que tendrá sobre la mesa. Siendo un jugador de tal importancia y experiencia en la plantilla, le espera un contrato de altura.

Tiene una ficha importante, y a pesar de renovar por tan solo un año de acuerdo con la política de renovaciones del Real Madrid, la inversión en su continuidad será importante. Por esta razón, Florentino se plantea si dejar caer a una de las vacas sagradas del vestuario con el fin de otorgar la oportunidad que hace tiempos que esperan algunos fichajes del pasado. Ya lo hizo con Sergio Ramos para dar paso a Éder Militao, y ahora se plantea repetirlo con Toni Kroos para dar paso a Fede Valverde o a Camavinga.