Isco Alarcón fue una de las peticiones personales de Julen Lopetegui durante el mercado estival. El técnico vasco estaba convencido de que sería capaz de recuperar la mejor versión de su antiguo pupilo, y que era una contratación estelar para el Sevilla. Desgraciadamente, no ha sido así, y el malagueño ha seguido siendo el jugador irregular e intermitente que fue durante sus últimos años en el Real Madrid. Aunque a su favor hay que decir que los pobres resultados del equipo tampoco le han ayudado a brillar.

Monchi ya comienza a arrepentirse de hacer caso al antiguo seleccionador español, y para colmo, ahora el media punta se ha quedado sin su principal valedor, después de que Jorge Sampaoli llegara al banquillo hace poco más de una semana. Tiempo suficiente para que el argentino le deje las cosas muy claras al futbolista de 30 años, y le comunique que no tiene espacio en sus planes, y que tendrá muy complicado poder tener continuidad.

Jorge Sampaoli/ EFE 

Contra el Athletic Club de Bilbao apareció en el once inicial de forma sorprendente, si bien acabó siendo sustituido, pues estaba teniendo una pésima actuación. Desaprovechó una oportunidad increíble para tratar de reivindicarse y de demostrar que podía ser importante. Y ante el Borussia Dortmund ya quedó en evidencia cual es el papel que le espera en los próximos meses, comenzando como suplente, y entrando solamente en caso de extrema necesidad.

Mientras Isco esté en el Ramón Sánchez Pizjuán, sus minutos serán reducidos. Lopetegui ha dejado una herencia envenenada, y que tiene difícil solución. Porque claramente no aporta nada, y está en un declive imparable. Además, percibe uno de los salarios más elevados de la plantilla, y para Monchi será una misión imposible encontrar a un comprador para Alarcón, que tiene un contrato válido por dos campañas, es decir, hasta 2024.

Así que por mucho que Sampaoli insista en que no cuenta con el ex del Málaga o del Valencia, tendrá que asumir que seguirá teniéndolo en el equipo.

Se repite la pesadilla de Isco

Isco se fue del Madrid por la puerta de atrás, después de pasar un año totalmente desaparecido de los terrenos de juego, apartado por Carlo Ancelotti. Vivió una pesadilla en sus últimos meses en el Santiago Bernabéu, y en el Sevilla esperaba poder tener más suerte, una cosa que hasta el momento no está ocurriendo.

Lopetegui era la única persona que creía en Alarcón, pero después de su despido, se ha quedado totalmente solo. Y Sampaoli puede convertirse en su nuevo verdugo, hasta que Monchi no sea capaz de encontrar una solución que contente a todas las partes.