La temporada del Sevilla ha comenzado de la manera más decepcionante posible. Aunque no arrancaban con grandes expectativas, después de perder a piezas clave como Diego Carlos y Jules Koundé, y a ellos ahora se ha sumado Lucas Ocampos, al menos confiaban en poder seguir estando entre los cuatro mejores equipos de La Liga Santander. Pero Julen Lopetegui no está siendo capaz de motivar a sus jugadores, y de encajar a las nuevas piezas.

Las sensaciones que están dejando sobre el terreno de juego están muy lejos de las exigencias de la afición, que sueña con poder seguir disputando la Champions League en los próximos años, y las dudas son enormes. Muchos critican la gestión de Monchi, y la tensión aumenta por momentos, viendo que a día de hoy no han sido capaces de ganar ni un solo partido. De hecho, solo suman un punto de nueve posibles, ocupando la decimoquinta posición en la clasificación.

Julen Lopetegui y Monchi/ EuropaPress

Más allá de haber perdido a sus grandes estrellas, la falta de fichajes ilusionantes también ha provocado que se respire el pesimismo en el Ramón Sánchez Pizjuán. Ni Tanguy Nianzou, ni Marcao ni Kasper Dolberg son conocidos en España, y no parecen tener el nivel necesario para marcar las diferencias. Es más, la contratación más interesante que han realizado es la de Isco Alarcón, un futbolista que está en declive, y que aún ni ha podido ganarse la titularidad.

Su participación está siendo nula, y solo ha tenido minutos entrando desde el banquillo. Esto ha hecho que en el Sevilla comiencen a tener bastantes dudas sobre su posible adaptación, y creen que difícilmente podrá llegar a ser ese crack que asombró a todos en el Málaga y en el Real Madrid. De allí se marchó por la puerta de atrás, después de un último año en el cual prácticamente no tuvo minutos con Carlo Ancelotti, así como tampoco los había tenido previamente con Zinedine Zidane.

Por suerte está a tiempo de callar muchas bocas con sus actuaciones sobre el terreno de juego, si bien ya hace mucho tiempo que no se le recuerda una actuación destacada. Y ya ha entrado en la recta final de su carrera, pues tiene 30 años…

En el vestuario también hay problemas con Isco

Más allá de su nivel sobre el césped, hay otro asunto que debe de tener preocupado a Lopetegui. Y es que avisan que la aclimatación que ha tenido al vestuario no ha sido la mejor, y algunos compañeros consideran a Isco una persona tóxica, debido a su prepotencia.

Al parecer, Alarcón ha tardado poco tiempo en dar problemas al entrenador vasco por la poca regularidad que está teniendo, lo que no ha hecho gracia al resto de la plantilla.

En el Santiago Bernabéu ya se convirtió en un dolor de cabeza para Florentino Pérez por este motivo…