Si el Barça busca a un buen centrocampista, firme tácticamente, con recorrido, potencia y con altas capacidades en los lanzamientos de falta, sólo tiene que mirar hacia el filial. Ya hace tiempo que los culés se hartan de nombres extraños, de futbolistas desconocidos y de estrellas medio jubiladas que aterrizan en el Camp Nou a cambio de muchos millones de euros para que al final pasen por el club con más pena que gloria. Decepción tras decepción. La fórmula tiene que ser la Masia.
El Barça de Ronald Koeman ha apostado por futbolistas más jóvenes de los habituales por la falta de dinero y porque se ha iniciado un proceso de renovación generacional. Un cambio de ciclo que no acaba de funcionar. Ni la primera unidad está rindiendo al nivel esperado ni el fondo de armario tiene nivel Barça.
Por estos motivos, hay muchos que señalan a Koeman y le recuerdan que tiene que mirar más a la gente de casa. Por ejemplo, uno de los casos más evidentes es el de Jandro Orellana, pieza fundamental del Barça B, que le podría pasar perfectamente la mano por la cara a más de un futbolista del primer equipo.
Jandro Orellana es el futuro
Jandro Orellana, centrocampista de 20 años ex del EF Gavà y del Espanyol, que llegó a la Masia en el 2014 en edad cadete y se ha convertido en una de las grandes promesas del Barça de los últimos años. Aparte de jugadores como Ansu Fati, Riqui Puig o Ilaix Moriba, Orellana es uno de los futbolistas con más números de triunfar de blaugrana.
Con técnica, riguroso tácticamente, siendo el motor del equipo, hábil en el pase corto y el largo, físicamente potente, capaz de romper líneas de presión y con un pie derecho privilegiado, muchos entrenadores hace tiempo que señalan a Jandro como el futuro. Reflejándose en Sergio Busquets, un referente para él, Jandro Orellana no es la típica estrella del vestuario, sino el compañero trabajador y eficiente que todos los equipos necesitan.
Aparte de sus virtudes, la última demostración de calidad fue este domingo en el Estadio Johan Cruyff después de meter una excepcional falta en la escuadra en la victoria del Barça B contra el Olot.
Y después de este gol muchos culés son los que ponen en duda la falta de planificación del primer equipo del Barça y de la poca confianza que se tiene en los jugadores de casa. Y Ronald Koeman tiene un nuevo problema porque Jandro Orellana le da mil vueltas a un jugador (prácticamente desconocido) con ficha del primer equipo como es Matheus Fernandes, y quizás también a Miralem Pjanic. Apostar por los jóvenes o seguir con los que ya están.
Pero una cosa está clara: más jugadores como Jandro Orellana, Riqui Puig, Ansu Fati o Ilaix Moriba, y el Barça sería otra cosa. El futuro está en la Masia.