Hace poco más de un año, el 19 de julio de 2020, Japón vivió con pasión el final definitivo de Haikyū!!, un manga convertido después en anime de gran éxito en el país del sol naciente, hasta multiplicar el interés de los jóvenes y no tan jóvenes por el voleibol.
Y es que Haikyū!! narra las peripecias de Shōyō Hinata, un joven que, a pesar de ser bajito, sueña con ser una estrella del voleibol gracias a su velocidad y, sobre todo, a una capacidad enorme en el salto. Junto a Hinata aparecen otros emblemáticos personajes como Tobio Kageyama, Daichi Sawamura o Ryūnosuke Tanaka.
Nishida, el Hinata de carne y huesos
Como en su día ocurrió con Campeones (Captain Tsubasa) y el fútbol o Slam Dunk y el baloncesto, Haikyū!! ha provocado que el voleibol pase a ser uno de los deportes de referencia en Japón, y con Yuji Nishida como nuevo ídolo nacional.
Y es que Nishida, que este verano, con solo 21 años, ha fichado por el Volley Callipo italiano, destaca por lo mismo que Hinata, una potencia de salto abrumadora, por lo que los paralelismos no han tardado en llegar.
THEY PLAYED THE HAIKYUU THEME SONG!!! pic.twitter.com/4UI7l4u9uD
— 🌸Anja🌸 🇸🇮 for🥇💪 (@anjaheyheyhey) July 24, 2021
Las referencias a Haikyū!! en Tokio se han ido multiplicando y en los partidos de voleibol de los Juegos Olímpicos los organizadores no han dudado en poner la banda sonora del anime, que todavía ha crecido más en popularidad tras su entrada en Netflix, en los descansos.
De hecho, el impacto de la primera vez que se escuchó por la megafonía uno de los temas de Haikyū!!, durante el Japón-Venezuela de los Juegos Olímpicos, provocó que el nombre de la serie es convirtiera en trendic topic en Twitter.
Katsushika, el barrio tokiota de 'Campeones'
Uno de los mil lugares que todo aficionado a los mangas de deportes debe visitar en Tokio es el barrio de Katsushika, situado en el noreste de la ciudad. Allí nació y creció Yōichi Takahashi, mangata de Campeones, por lo que en 2013 se decidieron instalar ocho estatuas que representan a varios personajes del manga, entre las estaciones de Yotsugi y Keisei-Tateishi.
La decisión ha provocado que un barrio sin ningún interés turístico haya logrado atraer desde entonces visitantes, que se acercan a hacer la ruta de las figuras, perfectamente señalizada, dinamizando así los comercios locales.