Japón sorprende a Alemania (1-2) y dinamita el Grupo E llevándose los tres primeros puntos. Después de una primera mitad en que los alemanes han sido infinitamente superiores, el conjunto nipón cambiaría radicalmente para demostrar que no serán un rival asequible.

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En el Mundial de Qatar 2022, las lógicas no sirven de nada

81% de posesión para Alemania ante el 19% de posesión para Japón. Una estadística que refleja a la perfección cómo ha ido la primera parte. Dominio abrumador de los hombres de Hansi Flick, que no han dejado respirar en ningún momento a su rival. La selección japonesa no ha dado ningún indicio de reacción, mientras que el juego de Alemania, fundamentado en el absoluto control de Joshua Kimmich y de İlkay Gündoğan en la medular, no ha tenido ningún tipo de oponente.

De hecho, ambos serían protagonistas en la jugada del primero. En el 33', el del Bayern dibujaría un pase interior para Raum, que como en infinidad de ocasiones, explotaría el filón de la floja banda derecha japonesa. El lateral del Leipzig, ya en línea de fondo, recortaría hacia atrás para recibir el penalti de Gonda, y Gündoğan, especialista en la materia, engañaría para abrir la lata.

İlkay Gündoğan, celebrando el gol con Müller y Gnabry / Foto: EFE

Así se llegaría al ecuador del partido. Sin duda, lo mejor para Japón era el resultado, ya que entre Musiala y Gnabry han tenido oportunidades de sobra para hacer el segundo. A diferencia de sus compañeros, Kai Havertz sí que acertaría, pero su gol sería anulado para marcharse a los vestuarios con un 1-0 corto.

Japón se transforma y evoluciona

Para poner todavía más en evidencia la superioridad de los teutones en la primera mitad, la estadística de disparos totales era de 14 para los europeos y solo uno para los asiáticos. Sea como sea, en la reanudación, Japón maquillaría esta gran diferencia. Hajime Moriyasu cambiaría a defensa de tres y Japón ganaría mucha presencia, tanto en la posesión, como en el partido.

Las oportunidades ahora ya caían de los dos lados. Una manifiesta de Gnabry la malbarataría Gonda con una doble parada de gran mérito. Pocos minutos más tarde, bajo el otro travesaño, Neuer haría lo propio a un disparo de Asano que, incomprensiblemente, no podría materializar Sakai en el rebote. Japón ya no era el equipo intimidado de la primera mitad, sino que se lo empezaba a creer y Alemania entraba en una crisis de identidad que acabaría de la peor manera posible. El partido empezaba a tomar el color de la debacle de Argentina y Ritsu Dōan hacía el primero para empatar el marcador.

Ritsu Dōan, celebrando el gol del empate durante la Alemania-Japón/ Foto: EFE

Alemania no se lo acababa de creer. Se veía con la goleada en el bolsillo después de una primera mitad en qué ha sido infinitamente superior. No obstante, mientras reinaban las dudas en el equipo alemán, Takuma Asano asestaría el segundo sin dejar tiempo a que los teutones asimilaran que les acababan de empatar. Con 2-1 en el marcador, todavía la tendría Leon Gortezka, que después de un balonazo a la olla, se quedaría a centímetros de hacer el empate en la segunda jugada.

Así pues, Japón dinamita el grupo de España posicionándose con tres puntos a la cabeza. Ahora, queda que España haga los deberes contra Costa Rica para confirmar que este resultado les favorece.