No hay nada que obligue a Javier Mascherano a marcharse del Barça. Ni tema fiscal ni oferta tentadora y mucho menos la contratación de un nuevo central. El argentino se quiere quedar en el Barça y cumplirá su contrato que expira en el 2018, según fuentes del FC Barcelona consultadas por ElNacional.cat.
Finalizada la temporada el abanico de fichajes y descartes se ha abierto especialmente en la prensa deportiva ávida de noticias. Mascherano ha sido colocado en el Juventus, al mismo tiempo que se escribía que el jugador estaba estudiando su marcha del club blaugrana por temor a tener una nueva inspección fiscal que en esta ocasión lo pusiera en aprietos más serios que la anterior, que saldó con una multa de 21.600 euros. El argentino no tiene más causas abiertas, según aseguran en el club.
También se dijo que el jugador no quería perder protagonismo en el Barça y la contratación de un nuevo central lo dejaría en segundo plano. Todos estos extremos, sin embargo, han sido desmentidos por fuentes del club blaugrana: “Tiene contrato y no se quiere ir”, fue la respuesta dada a ElNacional.cat.
Mascherano llegó al Barça procedente del Liverpool en la temporada 2010-2011, fue renovado en el 2014 por cuatro años con opción a una temporada más. Su cláusula de rescisión asciende a 100 millones de pesetas.
Mascherano, amigo de Messi, está totalmente adaptado a Barcelona. Ha jugado un total de 200 partidos y en su curriculum tiene 4 títulos de Liga, 2 Champions, 3 Copa del Rey, 2 Supercopa de Europa, 2 Supercopa de España y 2 Mundial de Clubs.
En el club, de momento, se da por segura la marcha de Sandro, al que se le concederá la carta de libertad, la de Marc Bartra y la del brasileño Douglas.